Vivimos tiempos interesantes, cuando menos. El mercado de coches nuevos tiene un nivel de precios disparado e incluso el mercado de la segunda mano se está recalentando en demasía a causa de ello. En estos momentos es complicado encontrar propuestas con una gran relación calidad-precio en el mercado de coches nuevos, pero la cosa cambia si miramos en el mercado de coches usados y optamos por vehículos poco conocidos. Es el caso del SUV que os proponemos hoy: tiene un maletero enorme, está muy equipado, es amplísimo y cuesta menos de 25.000 euros.
El coche en cuestión es el Ford Edge. Un vehículo que conozco bien, ya que uno de mis mejores amigos es el propietario de una unidad. El Edge se vendió en España entre los años 2016 y 2020, pero era en verdad un coche diseñado para el mercado estadounidense. En Europa se vendió únicamente con motores diésel de entre 190 CV y 238 CV, y recibió a finales de 2018 un lavado de cara bastante interesante – especialmente en el plano mecánico. En este caso, centramos el tiro en las versiones anteriores al lavado de cara, vendidas entre 2016 y principios de 2019.
Todos los Ford Edge mide en torno a los 4,81 metros de longitud y tienen cinco plazas, sin opción a siete plazas. Destacan por un maletero de 602 litros de volumen y una segunda fila de asientos realmente amplia en todas sus cotas. Su interior es típicamente americano: no tiene el mayor énfasis del segmento en calidad interior, pero sí abunda el espacio y el equipamiento es extenso. Estos primeros Ford Edge se vendieron fundamentalmente en versiones Titanium y Sport, contando las primeras ya con asientos calefactados o un sistema de infotainment SYNC3.
Este sistema de infotainment ya cuenta con integración de smartphone y ocho pulgadas. El climatizador es automático y de dos zonas, y el portón del maletero es eléctrico. Tenemos control de crucero – opcionalmente era adaptativo – y tanto sensores como cámaras de marcha atrás. Este era un coche cuyo precio de partida en 2016 superaba los 40.000 euros, y algunas de sus versiones pre-facelift superaban los 50.000 euros. Coqueteaba con los vehículos de aspiración premium en posicionamiento, equipamiento y prestaciones.
A nivel mecánico, estaba disponible en versiones de tracción delantera o tracción total inteligente. Sus motores eran dos 2.2 TDCi de 180 o 210 CV con doble turbo secuencial, asociados a un cambio manual o a una caja de cambios PowerShift de doble embrague y seis relaciones. El tiempo ha demostrado que la fiabilidad de los cambios manuales ha sido muy superior en los Edge. Homologaba un consumo medio de 5,8-5,9 l/100 km, aunque la experiencia dictamina que su gasto medio real oscila en el entorno de los 7 l/100 km.
Tras el lavado de cara, los motores diésel pasaron a ser de la familia 2.0 EcoBlue, y su potencia aumentó hasta los 238 CV, siendo 190 CV el escalón prestacional de acceso. Los consumos se redujeron y el cambio automático pasó a ser de convertidor de par y diez relaciones, además de mejorar el equipamiento y tener una estética más moderna. Personalmente recomiendo optar por unidades del año 2019 en adelante, pero su precio es, en promedio, unos 7.000-10.000 euros superior a las unidades pre-facelift.
Las unidades «pre» pueden encontrarse en el mercado por precios de entre 20.000 y 25.000 euros, incluso con kilometrajes inferiores a los 100.000 km. En Qué Coche Me Compro contamos con varios Ford Edge a precios razonables que podrían convertirse en tu próximo coche seminuevo.
Fotos del Ford Edge