Es sin miedo a reconocerlo uno de los grandes íconos de la década de los setenta en lo referente a vehículos deportivos de propulsión, lo que a su vez lo llevó también a ser uno de los principales coches de competición de la década, especialmente en rallyes. El Ford Escort MkI se convirtió durante años en uno de los habituales de los tramos, especialmente en Reino Unido, donde la situación estratégica de la factoría de Boreham ayudó a que el Escort se convirtiera en uno de los modelos más queridos por los aficionados.
El disfrute al ver insinuarse su zaga a golpe de gas sobre el deslizante asfalto británico e irlandés quedó grabado en numerosas retinas y ha llevado a que medio siglo después, el espíritu haya regresado y proyectos como el de Boreham Motorworks hayan trabajado para traerlo de regreso en forma de ‘Continumod’ (la diferencia con el Restomod es que no necesita un vehículo donante) a través de una serie limitada que únicamente tendrá una tirada de 150 unidades y contará con el visto bueno de Ford Motor Company para ser considerados una continuación.
Para ello se ha mimado cada detalle, recuperando los planos originales de la época y construyéndolo con esa filosofía, aunque aprovechando en este caso las actuales tecnologías de producción que ayudarán a garantizar unas tolerancias y un trabajo al detalle. De esta forma, nos encontramos con un vehículo que se ha convertido en una mimada joya deportiva para la que se han ideado incluso dos variantes mecánicas a elección por parte del comprador y sus deseos de mantenerse lo más fiel al modelo original.
De esta forma, se puede comprar el Ford Escort MkI RS con un propulsor Twin Cam y 1.845 cc, el cual tendrá inyección de combustible, 185 CV de potencia y una caja de cambios de cuatro velocidades de dientes rectos y conocida con el nombre de “Ford Bullet”. Sin embargo, habrá una alternativa todavía más excitante: un bloque de cuatro cilindros con 2.1 litros de capacidad que entregará hasta 300 CV de potencia, llegando a girar a unas espectaculares 10.000 rpm y que tendrá lo mejor de la ingeniería moderna.
Galería de imágenes – Ford Escort MkI RS
Con apenas 85 kilogramos de peso, su configuración cuenta con doble árbol de levas, transmisión por cadena de distribución y cuenta con bielas de acero forjado, con la firme intención de ser exprimido a revoluciones muy altas para hacer que el baile de la zaga sea prácticamente permanente. Se asocia en este caso a una caja de cambios dogleg de 5 velocidades, también completamente manual, con la intención de que el conductor pueda disfrutar siempre de esa conducción analógica capaz de hacer esbozar sonrisas.
Los responsables del proyecto han optado por una distribución de peso de 55:45, por lo que se respeta ese manejo preciso de la parte delantera, siempre muy asentada, pero permitiendo que sea precisamente el tren posterior el que se descuelgue. Este tipo de conducción también fue traslada al Escort MkII en su momento, algo que le convirtió incluso en plena era moderna en uno de los coches más admirados especialmente en rallyes históricos.
Y es que ese ADN de deportivo de los setenta; juguetón, ágil, de derrape predecible y con apenas 800 kilogramos de peso tiene continuidad en pleno Siglo XXI y sin ningún lugar a dudas, ese centenar y medio que comenzará a producirse en el tercer trimestre de 2025 completará su lista de reservas al mismo ritmo que es capaz de completar el 0 a 100 km/h.
No será tan ‘accesible’ como el Escort MkI original:
No se puede negar que hasta ahora a cualquiera le enamora el proyecto, sin embargo, el Ford Escort MkI RS de Boreham Motorworks promete convertirse en un automóvil de colección, especialmente por un precio de venta que se situará en las 295.000 libras esterlinas, lo que al cambio supone que este tracción trasera se dispara hasta los 354.000 euros. Desde este jueves ya se aceptan las reservas, sin embargo, promete durar muy poco disponible este tributo de uno de los modelos más queridos del linaje Rallye Sport, RS por sus siglas.
No tiene dirección asistida, ni ABS, ni control de tracción, ni siquiera servofreno. No los busques ni tan siquiera en los extras, porque lo que se ha intentado es respetar al máximo al Ford MkI Escort RS original, tanto en cuanto a comportamiento como en lo referente a imagen. Las llantas de cuatro radios de 15″ x 7″ hechas a medida (opcionalmente se pueden adquirir las de magnesio forjado), combinadas con neumáticos 205/50×15 en la parte delantera y llantas de 15″ x 8″ con neumáticos 225/50×15 en la parte trasera, rinden homenaje a ese estilo, aunque garantizando la seguridad y el tacto deportivo con un sistema de frenos que cuenta con discos ventilados de 260 mm x 25 mm con pinzas de cuatro pistones en la parte delantera y discos macizos de 264 mm x 11 mm con pinzas de dos pistones en la parte trasera.
Para mantener lo más controlado posible el peso total del conjunto se redujo todo el peso posible con el uso masivo de fibra de carbono y de otros materiales modernos livianos, por lo que se puede encontrar por ejemplo en elementos como el capó delantero, el maletero o cambios en el eje trasero.
Para el interior sí que se ha optado por un diseño más moderno y muy centrado en el conductor, con aire acondicionado, pantalla digital e incluso el detalle de encontrarnos con arneses de seguridad de cuatro puntos y un compartimento especifico para guardar el casco. Sin embargo, todo ha tratado de mantenerse con un aspecto muy clásico y racing, con esa imagen analógica de los coches deportivos de los setenta repletos de relojes y de los añorados mandos físicos. ¿Llegaremos a ver cómo revive el Escort RS1700T y el MkII? Por ahora ya sabemos que el siguiente será el RS200…