Lo que le pedimos a un todoterreno es, esencialmente, que sea un vehículo capaz y funcional en todo tipo de escenarios, independientemente de que esté asfaltado o no, de que haya nieve, un río, un lodazal, o un desierto de roca o arena. De alguna forma, un todoterreno es un vehículo capaz de acceder, y llevarnos, a lugares a los que no puede acceder un turismo convencional.
Un todoterreno para misiones de alto riesgo
Pero el todoterreno que nos ocupa va mucho más allá en esa filosofía de movilidad sin barreras, ampliándola para llegar hasta lugares que no resultan seguros para un conductor y para los pasajeros. Llegar hasta allí independientemente de las circunstancias, de lo complicado que sea el terreno, y de las dificultades que puedan encontrarse en las comunicaciones y la señal GPS.
Lo que vemos es, a fin de cuentas, un Ford F-150 transformado – de ahí esos enormes apéndices que ha recibido en el lugar de los retrovisores – para gozar de capacidades remotas y autónomas.
Un todoterreno capaz… también sin conductor
El Ford F-150 que vemos en estas imágenes ha sido preparado por Kodiak Robotics, una compañía que desarrolla sistemas de conducción autónoma completos – que comprenden desde la sensorización y el hardware de control del vehículo y las comunicaciones, hasta el software – y también sistemas que permiten la conducción remota de un vehículo.
Entre otros proyectos, Kodiak Robotics ha desarrollado sistemas para vehículos de transporte pesado y ha cerrado importantes contratos y proyectos con el Departamento de Defensa de los Estados Unidos, siendo este último precisamente el objeto del Ford F-150 que nos ocupa.
Este Ford F-150 podría utilizarse en modo autónomo, pero también ser manejado remotamente, por terrenos escarpados y complicados no solo para acceder un vehículo, sino también peligrosos para los operadores, que podrían introducir las órdenes y la cartografía del escenario para que este vehículo se desplace autónomamente, incluso en terrenos en los que la señal GPS ha sido degradada o suplantada, o manejarlo remotamente. La defensa no es el ámbito de nuestro medio, pero nuestra imaginación ya puede ir proporcionándonos una idea del tipo de misiones de alto riesgo que podría llevar a cabo este vehículo, pensemos en ejemplos como la extracción segura de personas que se encuentran en o cerca de la línea de una batalla.
Un sistema versátil y para diferentes vehículos todoterreno
Pero lo más interesante del sistema de Kodiak Robotics ya no reside únicamente en el Ford F-150 que ha sido equipado con capacidades autónomas y de control remoto, sino sobre todo el hecho de que disponiendo de un sistema de sensores y control del vehículo estandarizado, el proceso para adaptar su funcionamiento a un Ford F-150 haya llevado únicamente seis meses de desarrollo. Lo cual nos da una pista muy clara de lo sencillo que sería instalarlo en otros todoterreno, o en otro tipo de vehículos, incluidos camiones o autobuses, e incluso vehículos de transporte militar y carros de combate.
También en el hecho de que, una vez desarrollado e instruido el sistema para funcionar con un tipo de vehículo, la instalación y aplicación del sistema de sensorización apenas requiera unos minutos.
Para terminar, prefiero pecar de ingenuo y pensar que, más allá de sus aplicaciones bélicas, sistemas como el de Kodiak Robotics aplicados a diferentes vehículos todoterreno podrían gozar de una función civil no menos provechosa, como la de acceder a terrenos complicados, casi impracticables para la mayoría de los vehículos, tras una catástrofe natural.