Ya lo veníamos sabiendo desde hace tiempo. Los motores turbodiésel estaban a punto de llegar al vehículo más vendido de EE.UU. durante los pasados 36 años consecutivos. No es la primera pick-up diésel de Estados Unidos, pero este tipo de motorizaciones estaban reservadas a aplicaciones Heavy Duty de alta capacidad de arrastre, como las RAM 3500 o las Ford F-350 de doble rueda trasera. También existe una versión diésel orientada al alto rendimiento off-road de la Chevrolet Colorado, la ZR2. No obstante, las Ford F-150 Power Stroke juegan en una liga completamente diferente.
Así son las Ford F-150 Power Stroke 2018 con motor diésel
Y se la juegan. Se la juegan porque están a punto de introducir el diésel en el vehículo más vendido de EE.UU., un vehículo con una legión de seguidores de perfil más bien conservador. Seguidores, dicho sea de paso, que no se han quejado demasiado de la introducción de carrocerías de aluminio o motores EcoBoost en su amada pick-up. A pesar del escándalo del Dieselgate en EE.UU., Ford ha lanzado una F-150 diésel porque RAM vende desde hace años una 1500 EcoDiesel – y la vende en abundancia: sus clientes están muy satisfechos con sus consumos y capacidad de arrastre.
Para las Ford F-150 Power Stroke, los de Dearborn han escogido un propulsor muy probado. Un motor 3.0 V6 turbodiésel, una versión modificada de los V6 turbodiésel que montan actualmente Jaguar o Land Rover, y que en el pasado incluso llegaron a usar algunos vehículos del Grupo PSA, como el Citroën C5. Ford afirma que el desarrollo de este motor comenzó en 1999, pero que antes de introducirlo en EE.UU., los ingenieros que desarrollaron los 6.7 V8 Power Stroke lo han rediseñado casi al completo. Es más, afirman que comparte poco más que el bloque con estos motores.
El cigüeñal, los pistones, el sistema common-rail de alimentación de combustible a 2.000 bar de presión o el sistema de escape, han sido rediseñados para soportar ciclos de temperatura más severos y para aguantar los esfuerzos prolongados de un uso en una pick-up – como remolcar grandes pesos en pendientes muy prolongadas. Su turbocompresor Honeywell sopla a una presión máxima de 1,5 bar. Es más pesado que el motor 3.5 EcoBoost y desarrolla una potencia máxima de 250 CV a 3.250 rpm, con un interesante par máximo de 600 Nm a 1.750 rpm – cifras casi idénticas a las del Land Rover Discovery.
Ford no ha declarado consumos aún, pero aspiran a lograr una media de 7,8 l/100 km según el ciclo EPA, más realista que el NEDC. Es mucho más eficiente que los 3.5 EcoBoost y que los 2.7 EcoBoost. Sobre el papel, las Ford F-150 Power Stroke serán capaces de remolcar hasta 5.170 kilos, apenas 300 kilos menos que las F-150 equipadas con el motor EcoBoost de 365 CV, las más capaces de la gama. Exteriormente, estas Ford F-150 Power Stroke sólo se diferenciarán del resto de modelos por los emblemas específicos, y el inconfundible sonido diésel de su ralentí.
A México deberían llegar como Ford Lobo y estarán disponibles con cabina extendida y cabina doble, sin opción a cabina sencilla.