A menudo escuchamos cómo la tecnología va a transformar por completo el modelo productivo y llevará, inexorablemente, a que muchos empleos desaparezcan, especialmente en industrias como la del automóvil, en la fabricación de coches. Esa evolución natural de la industria y la robotización ha de preocuparnos, y hemos de estar preparados para ello. Pero quizás nos olvidamos de los beneficios que puede garantizar la tecnología y que conseguirá, entre otras cosas, proveer de empleos más seguros. Un buen ejemplo es el de los exoesqueletos, una tecnología que Ford ya está empleando para fabricar coches en Valencia, en la factoría de Almussafes. Una solución pionera que ya emplean 100 operarios.
Ford y los exoesqueletos en la producción de coches
Según nos cuenta Ford, la tecnología de los exoesqueletos ya se está empleando en sus líneas de ensamblado de coches, también en aquellas en movimiento, para reforzar los hombros y la espalda de quien lo utiliza y para repartir el estrés generado con el peso hacia las caderas, reduciendo el riesgo de lesiones laborales.
El problema de las lesiones es precisamente una de las mayores preocupaciones de los trabajadores de ciertas etapas del ensamblado de un automóvil, especialmente propensas a ellas, sobre todo si exigen levantar y manejar objetos pesados.
Ford también se muestra preocupada por la evolución demográfica en los países desarrollados. De aquí a 2020, el 25% de los europeos tendrá más de 60 años. Esta tecnología ayudará, sobre todo, a evitar problemas y lesiones, pero también reducir el estrés físico en operarios de mayor edad, con más años en servicio, o con problemas de movilidad.
Los exoesqueletos no son una solución inédita, ni exclusiva de Ford. Otras marcas como Audi ya están trabajando en la integración de la tecnología en sus fábricas. Pero, mientras Audi aún está integrando los exoesqueletos en sus líneas de producción, y explorando sus posibilidades a modo de proyecto piloto, Ford asegura que la integración de exoesqueletos en su fábrica de Valencia es total y que, tras Valencia, llegarán otras fábricas, y otras etapas del proceso de ensamblado de un coche.
En Valencia, de momento, se están empleando nueve exoesqueletos fabricados con titanio y fibra de carbono. Están especialmente indicados para ayudar a los trabajadores en líneas en las que se levanta cualquier cosa que pese más de tres kilogramos y, además de proteger y servir de apoyo, ayudan a reducir el cansancio, las lesiones, y mitigar el estrés generado por el esfuerzo de tareas repetitivas.