El año pasado Ford acudía al Salón de Detroit presentando, con orgullo, un despliegue de deportivos nunca antes visto, su nueva gama Ford Performance. En aquella ocasión, conocimos más detalles del Ford GT, el nuevo Ford Mustang Shelby GT350R, e incluso la nueva Ford F-150 Raptor. Aquel trío de ases se presentaría junto con dos productos muy conocidos en Europa, el Ford Fiesta ST y el Ford Focus RS. Pero había algo que nos sorprendía más allá de sus prestaciones, que los cinco coches mostrados en el Salón de Detroit lucieran un acabado de pintura muy especial, un tono azul metalizado que en Ford denominaron Liquid Blue. ¿Por qué no ha comercializado Ford sus deportivos con este acabado de pintura y por qué acabó este Ford Fiesta ST en las manos de un cliente?
¿Qué sucedió con el azul Liquid Blue?
El azul Liquid Blue de la imagen superior se convertiría en el tono más representativo de la nueva gama deportiva de Ford y, muy probablemente, el tono en el que más veces habrás visto al nuevo Ford GT. Por desgracia, Ford anunciaría que este tono no se comercializará, y que solo se utilizaría a modo de exhibición en estos prototipos. Sin ir más lejos, el Ford Focus RS también escogió el azul para su comunicación, con la salvedad de que en este caso se optó por el Azul Nitrous, un tono más claro y llamativo si cabe, que en más de una ocasión lo hemos denominado como un «azul pitufo».
Ford Fiesta
Ford descartó el acabado Liquid Blue por su coste y la complejidad que implicaría en cualquier reparación. No olvidemos que este acabado se basa en un tratamiento especial y una serie de capas superpuestas que finalmente generan el efecto metalizado que vemos en estas imágenes.
Lo curioso, y lo sorprendente, es que un cliente acabase haciéndose con uno de estos prototipos, con un Ford Fiesta ST ataviado con uno de los tonos más exclusivos de Ford. Tan exclusivo que solo existiría un Ford Fiesta ST con acabado Liquid Blue.
Quite98 contaba que estaba buscando un Ford Fiesta ST de ocasión y, en su búsqueda, se topó con un Fiesta ST con menos de 100 kilómetros en Nashville que se anunciaba con acabado Performance Blue. Quite98 no tardaría en percatarse de que algo fallaba en esta historia y fue cuando descubrió que el acabado de pintura era, en realidad, el Liquid Blue del prototipo que conocimos en Detroit.
En aquella ocasión, Quite98 se retrasó en su decisión de compra y perdió la posibilidad de adquirir el coche. Por suerte, aquella unidad acabó en una subasta entre concesionarios que lo llevó, una vez más, a un nuevo concesionario que en esta ocasión estaba mucho más cerca de su casa. Pareciera que el destino estuviera insistiendo en que, como sucedería finalmente, este Ford Fiesta ST con acabado Liquid Blue acabase en su garaje.
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