Los últimos lanzamientos de Ford han sido muy globales. Bajo la filosofía One Ford, productos como el Ford Focus han adquirido una dimensión global, vendiéndose a lo ancho y largo del globo sin apenas cambios. Esta filosofía también ha afectado a productos como el Ford Fiesta o el Ford Mustang. El utilitario de Ford ha sido el último en renovarse, y de hecho ya hemos podido probarlo en su presentación internacional a la prensa en Valladolid. La noticia es que el Ford Fiesta no se venderá en América (como continente, no sólo EE.UU.), una decisión lógica a tenor de las explicaciones de la marca, pero que debemos aclarar en este artículo.
Como diría mi abuela de forma sarcástica, la causa tras la decisión de Ford es un «exceso de ventas». Ford ha decicido que no venderá el Fiesta en el continente americano, donde sí ha vendido la anterior generación – incluso con estilos de carrocería desconocidos en Europa, como es el caso de un utilitario con tres volúmenes y una estética cuestionable. En conversaciones con el medio rumano 0-100, Robert Stiller, project manager de vehículos del segmento B, ha confesado que el nuevo Ford Fiesta sólo se venderá en Europa, Oriente Medio y África. Tampoco se venderá en Asia o Australia.
Ford Fiesta
El motivo es un claro cambio en las preferencias de los consumidores, que se ven cada vez más fuertemente atraídos por la propuesta reconfortante de los crossover. Por reconfortante apelo al sentimiento de seguridad que dan a sus conductores, gracias a su escasa superficie acristalada, líneas duras y postura de conducción elevada. Sensaciones, pero sensaciones que se traducen en un fuerte varapalo para segmentos tradicionales, como el de los utilitarios o el de las berlinas. Volviendo al Ford Fiesta, lo cierto es que los datos mandan: en Estados Unidos sólo se vendieron 48.807 unidades del Fiesta en 2016.
Un descenso del 31% con respecto a su cifra más alta de ventas en EE.UU., 71.073 unidades en 2013. El Ford Fiesta nunca llegó a despegar del todo en Estados Unidos, un mercado cuyo tamaño total es dos veces el europeo, donde Ford vende unas 300.000 unidades anuales del Fiesta – sí, se venden cuatro unidades en Europa por cada una que se vende al otro lado del charco. En el resto de América, Asia y Oceanía la tendencia es parecida, por lo que Ford ha preferido centrar sus esfuerzos en Europa, creando un producto más adaptado a los gustos – y calles – del continente europeo.
Personalmente, pienso que el Ford Fiesta Active habría sido una interesante incorporación a la gama Fiesta en mercados donde la pujanza de los crossover es grande. Mercados que tampoco podrán acceder a un utilitario deportivo de culto, el Ford Fiesta ST.
Fuente: autoevolution