Cuando Donald Trump estaba en campaña, prometió devolver a Estados Unidos miles de empleos industriales, «perdidos» a causa de la globalización. Ford estuvo en el centro de sus críticas: Trump arremetió duramente contra su estrategia de producción global, en la que se cuentan varios centros productivos situados en México. El magnate, ya como presidente, ha seguido amenazando con imponer durísimos aranceles a los coches fabricados fuera de las fronteras americanas. Ford fue una de las primeras empresas en anunciar que cancelaba parte de sus inversiones previstas en México. Sin embargo…
Ford anunciaba hace tiempo que no movería la producción de los Focus a San Luis Potosí. El gigante de Dearborn decidió cancelar la construcción de una planta productiva en la ciudad mexicana, y optó por no mover a la fábrica de Hermosilla la actual producción del Focus. Además, Ford acaba de anunciar la inversión de 900 millones de dólares en la Kentucky Truck Plant. Esta instalación se dedica a producir pick-ups, y pronto comenzará a producir la nueva generación de los Ford Expedition y Lincoln Navigator, enormes todocaminos construidos sobre un chasis más bien industrial de largueros y travesaños.
Ford Focus
La inversión de 900 millones de dólares asegura 1.000 puestos de trabajo, que se suman a los 2.000 puestos de trabajo creados en 2015, cuando Ford adaptó la planta de Kentucky a la producción de las pick-up Super Duty. La note de prensa presume sobre la gran cantidad de empleos industriales de Ford en Estados Unidos, justo antes de acabar hablando sobre la cuarta generación del Ford Focus, que se comenzará a vender en 2019. No, no se va a producir en México: se va a producir en China.
Como lo escuchas. Ford no producirá el compacto global en México, sino que lo importará de diferentes centros de producción repartidos por el mundo. La versión estadounidense será importada principalmente desde China, aunque algunas versiones podrían venir de las plantas de Ford en Europa. Es razonable asumir que el Ford Focus del mercado europeo será fabricado en Europa, como hasta ahora. Lo curioso es que la estrategia de «America first» de Donald Trump haya desembocado en la deslocalización de la producción del compacto superventas. Hasta ahora se fabricaba en Michigan, y desde 2019 importado de forma masiva desde China.
Ford asegura que el centro productivo de Michigan no verá disminuida su carga de trabajo, ya que pasará a producir los Bronco y Ranger, en 2020 y 2018 respectivamente. ¿Qué opinará Donald Trump de este anuncio? Ford ha cumplido su promesa de crear empleo en Estados Unidos y de no invertir en México, pero a cambio, importará de forma masiva cientos de miles de coches fabricados en China cada año. Quizá es aquí cuando os recordamos que el país con el que más déficit comercial acumula Estados Unidos es China, y que un gran porcentaje de la deuda soberana estadounidense está en manos de… China.
¿America first?