Ante ustedes, el nuevo Ford Focus ST. El compacto deportivo de Ford se ha actualizado a la nueva generación del Ford Focus, una generación que ya hemos podido probar (ver prueba del Ford Focus de cuarta generación), alabando su comportamiento dinámico y un buen equilibrio entre el resto de cualidades. En los Ford Focus ST se busca diversión al volante y un comportamiento más deportivo, sin abandonar la usabilidad en el día a día. Con hasta 280 CV de potencia, cambio manual y un interesante diferencial autoblocante, el Ford Focus ST quiere convertirse en una de las referencias del segmento.
Diseño del Ford Focus ST 2019: agresividad contenida
Sabíamos que el Ford Focus ST iba a tener un diseño relativamente comedido. La locura se la dejaremos al futuro Ford Focus RS. Con respecto a otros Ford Focus, el ST lleva un kit de carrocería específico, no demasiado diferente al de las versiones ST Line, pero con unos módulos específicos para los faros antiniebla y una calandra en color gris. Llantas exclusivas de hasta 19 pulgadas de diámetro aportan un extra de diferenciación adicional. En la zaga nos encontramos un spoiler que genera mayor carga aerodinámica y dos colas de escape. No es agresivo en exceso, pero se siente deportivo.
Ford Focus ST
En cuanto a sus colores, además del Ford Performance Blue del coche de las imágenes estará expuesto en colores tan llamativos como el Orange Fury, Frozen White, Magnetic Grey, Race Red, Ruby Red y Shadow Black. Los cambios en su interior son mucho más sutiles. La mayor diferencia con otros Ford Focus son posiblemente los asientos deportivos Recaro. El volante tiene un aro de mayor diámetro y su parte inferior achatada. Al igual que ocurre en los Ford Fiesta ST, la instrumentación es quizá demasiado discreta y lleva las mismas molduras que imitan a la fibra de carbono en su salpicadero.
Hasta 280 CV y autoblocante: el Ford Focus ST exhibe músculo dinámico
Mecánicamente, es el Ford Focus ST más potente y capaz de todos los tiempos. Estará disponible con un motor 2.0 EcoBlue diésel de 190 CV – del que os hablaremos con más detalle en otro artículo – y un potente 2.3 EcoBoost de gasolina con 280 CV de potencia. Este motor se puede asociar a una caja de cambios manual de seis relaciones, además de a un cambio de doble embrague y siete relaciones opcional. Este propulsor desarrolla nada menos que 420 Nm de par motor entre las 3.000 y las 4.000 rpm, permitiendo al compacto del óvalo hacer el 0 a 100 km/h en menos de seis segundos.
A nivel dinámico, será el Ford Focus ST más divertido y más responsivo a las instrucciones del conductor. Cuenta con varios ases en la manga. El primero es lo que Ford llama eLSD, un diferencial delantero que varía el bloqueo del eje delantero mediante varios embragues activados mediante un fluido hidráulico. Es capaz de enviar hasta el 100% de la potencia a una de las dos ruedas para maximizar agarre y paso por curva. También cuenta con una suspensión adaptativa llamada Continuously Controlled Damping (CCD) que es capaz de ajustar su respuesta cada dos milisegundos.
La caja de cambios manual cuenta con punta-tacón automático y en los modos de conducción más deportivos (Sport y Track) se activa un sistema anti-lag para el turbocompresor, similar al empleado en los Ford GT y las Ford F-150 Raptor. El sistema de frenado también es de mayor calibre que en otros Ford Focus: sus discos delanteros tienen 330 mm de diámetro y están abrazados por pinzas de dos pistones. Su dirección asistida eléctrica tiene también una puesta a punto específica. De serie, los Ford Focus ST irán calzados con neumáticos deportivos Michelin Pilot Sport 4S.