Imagina que vas circulando y, de repente, tu coche comienza a reducir la velocidad por sí solo. Puede que el primer pensamiento que cruce tu mente en ese momento es que existe algún problema… a no ser que te encuentres a bordo de alguno de los modelos de Ford. El fabricante estadounidense está probando tecnología que hará, precisamente, eso: no lo aplicará a todos, pero Ford obligará a parte de sus vehículos a reducir la velocidad para respetar los límites.
Lo hará a través de la tecnología Geofencing Limit Control, que se basa en algunas ayudas a la conducción como el frenado automático y el control de crucero adaptativo sin olvidar otra herramienta más: el sistema de navegación. Combinando las características de este trío, GLC reduce automáticamente el ritmo cuando el vehículo entra en una zona donde el límite de velocidad es inferior al suyo.
El control es del conductor
Para ello se basa, también, en la geolocalización. La tecnología de Ford reconocerá las zonas por las que se mueve el vehículo así como los límites para, de esta manera, adaptar automáticamente la velocidad cuando entra y sale de ellas. La idea es ayudar al conductor cuando éste no se ha dado cuando de la reducción del máximo permitido o cuando cubre una ruta que no es familiar.
El Geofencing Limit Control permitirá, al mismo tiempo, que la persona que va al volante pueda anular sus funciones (dependiendo, imaginamos, de la situación) así que la misión de Ford depende, en parte, del buen comportamiento humano.
Un año de prueba
El experimento de Ford con este limitador de velocidad autónomo comenzó el pasado mes de marzo y se prolongará hasta el mismo mes de 2023. El escenario elegido ha sido Colonia (Alemania) y los vehículos protagonistas son un par de Ford E-Transit: la versión eléctrica de su furgoneta. Y es que, de momento, la tecnología de Geofencing Limit Control ha sido pensada para modelos comerciales aunque puede formar parte de la futura tecnología de asistencia al conductor que se implementará en el resto de la gama.
Para esta experiencia Ford ha elegido todas las zonas de 30 km/h y 50 km/h ubicadas tanto dentro como en los alrededores de la ciudad alemana. Aunque ha tenido en cuenta, de forma especial, las áreas que están cerca de los centros educativos, el fabricante asegura que el Geofencing Limit Control también podría usarse para hacer cumplir los límites de velocidad en otras áreas privadas como las que las empresas destinan a carga y descarga de mercancías.
Su propio ISA
Ford se adelanta, así, a la llegada del sistema AIV (Adaptación Inteligente de la Velocidad) conocido como ISA por sus siglas en inglés. A partir del 6 de julio de 2022 será obligatorio en todos los coches y camiones de nueva homologación de Europa mientras que en 2024 lo será en cualquier vehículo nuevo que se venda.
Este sistema avisa de que se ha superado el límite de la vía mediante señales (sonoras o acústicas) o actuando directamente sobre el motor, reduciendo la potencia que transmite a las ruedas, reduciendo la velocidad hasta no sobrepasar el máximo e impidiendo que el conductor la supere pisando el acelerador.