Ford ha inaugurado oficialmente la planta industrial donde construirá su próxima generación de automóviles eléctricos en Europa desde este mismo año. Se trata de la antigua fábrica de la marca en Colonia (Alemania), ahora transformada en un centro productivo de vehículos BEV, con cero emisiones locales. Además, estas instalaciones, reformadas prácticamente en su totalidad, son las primeras neutras en carbono de la firma del óvalo azul. Los de Míchigan resaltan así su compromiso con la sostenibilidad.
La creación del bautizado como Centro de Vehículos Eléctricos Ford ha necesitado una inversión de 2.000 millones de dólares (1.850 millones de euros al cambio de divisa actual) para remodelar casi por completo la que fuese la primera planta de Ford en el Viejo Continente, fundada en 1930. Aquí, entre otros modelos de renombre, se estuvo ensamblando el Fiesta hasta este mes, un utilitario que se ha despedido para siempre.
Esta nueva factoría, que cuenta con algunas de las tecnologías más avanzadas en la industria de la fabricación de vehículos, será la encargada de producir la futura generación de coches 100% eléctricos de la compañía norteamericana para el mercado europeo, garantizando puestos de trabajo cualificados en esta región. Sin embargo, Ford podría recortar, aun así, 3.200 empleos a este lado del Atlántico, fruto de sus pérdidas en 2022 y de la necesidad real de mano de obra durante el proceso de construcción de un BEV que, respecto al de uno ICE, es entre un 30% y un 50% inferior.
Capacidad para fabricar 250.000 unidades al año y hacerlo de una forma muy rentable
El propósito del nuevo Centro de Vehículos Eléctricos Ford es construir hasta un cuarto de millón de coches cada año, en función de la demanda, y hacerlo con un nivel de rentabilidad plausible para los estándares actuales en el sector de la automoción. Esto no será posible sin líneas de montaje de alta capacidad, procesos muy optimizados y componentes de gran volumen y proximidad que puedan contener los costes para resultar en productos con un precio final atractivo y competitivo frente a la amenaza oriental. En 2026, Ford pretende crear 2 millones de BEV anuales en todo el mundo.
Las instalaciones en cuestión, que ocupan una superficie de 125 hectáreas (esto son 1,25 millones de metros cuadrados, nada menos), cuentan con una ensambladora en serie adicional sobre las que ya existían para vehículos térmicos, antes de la reforma. De igual modo, se ha añadido una línea de baterías a estrenar y otra para sistemas automatizados con tecnología punta. De aquí dentro saldrán turismos y SUV como el ya presentado Ford Explorer EV o el inminente Puma EV que sustituirá al citado Fiesta.
La apertura de la “fábrica verde” y eficiente de Ford en Alemania tiene lugar pocos meses después de que el gobierno teutón anunciase que abrazará con fuerza el carbón como fuente de energía principal durante los próximos años a pesar de sus efectos nocivos sobre el medio ambiente. Esto se traduce en una estrategia de comunicación complicada para los estadounidenses, quienes han de afrontar un doble discurso.
