Ford ha comunicado que acaba de empezar la fabricación del nuevo Ford Kuga Hybrid en la planta valenciana de Almussafes, lo cual es una buena noticia para todos sus empleados dada la actual situación de la factoría en la que ya se había anunciado un ERTE que afectaría a 3.000 trabajadores diarios en lo que queda de año. Así pues, este SUV híbrido que deberá llegar en breve a los concesionarios, es parte de los casi veinte modelos electrificados que la marca del óvalo pretende ofrecer para finales de 2021, lo que es sin duda un soplo de relativa tranquilidad.
Ford Kuga
El Ford Kuga Hybrid es un vehículo 100 % made in Spain
Con esta tercera generación del Kuga la gente de Ford ha creado un producto de tintes más deportivos, y sobre todo, con la electrificación en mente, pues desde el minuto uno se ha diseñado de forma que fuese capaz de albergar diferentes tecnologías híbridas, de forma que a principios de esta año debutó (no con mucho éxito, en parte debido a la actual situación) con mecánicas gasolina y diésel convencionales con etiqueta C, diésel mild-hybrid con etiqueta ECO e híbrida enchufable con etiqueta CERO, sumándose la versión híbrida autorrecargable protagonista de estas líneas.
Así pues, este Kuga Hybrid encierra bajo el capó un 2.5 atmosférico gasolina de ciclo Atkinson (de ahí que sólo desarrolle 152 CV, pues este ciclo prima la eficiencia a la potencia) que trabaja junto a un motor eléctrico de 152 CV alimentado por una batería de iones de litio de 1,1 kWh de capacidad bruta. Esta batería con refrigeración líquida, formada por 60 celdas y ensamblada en la fábrica valenciana (lo que ha supuesto una inversión de 24 millones de euros en sus instalaciones), se recarga mediante la energía recuperada en los procesos de frenada, siendo la responsable de que el Kuga Hybrid porte la etiqueta ECO en su parabrisas. Con todo ello desarrolla una potencia total combinada de 190 CV, un consumo medio de 5,4 litros por cada 100 km recorridos según el ciclo WLTP y un tiempo de 9,1 segundos para cubrir el 0 a 100 km/h.
Respecto al apartado de transmisión, dispone de versiones con tracción delantera e integral, contando todas ella con cambio automático por variador continuo o CVT, conocido en Ford como Powert-Slip, asegurando la marca de que su funcionamiento se ha programado de forma que emule las transiciones de marcas de un cambio convencional, sin que además se aprecie la típica discordancia entre rpm y velocidad de este tipo de cambios de anodino uso. Ya veremos cómo funcionará, pero en principio hacer que un CVT trabaje como un cambio convencional no parece muy lógico, pues su principal virtud técnica se estaría perdiendo.
En el momento de su desembarco estará disponible con 4 niveles de equipamiento (Titanium, ST Line, ST Line X y Vignale) contando, tal y como viene siendo habitual en los modelos de nueva factura que pretenden hacer una buena actuación en Euro NCAP, con un amplio repertorio de asistentes y ayudas a la conducción: alerta de tráfico cruzado, sistema de mantenimiento de carril, detección de ángulo muerto con la posibilidad de actuar sobre la dirección para evitar un accidente, control de crucero adaptativo, reconocimiento de señales… ¿Su precio? Aún no lo conocemos de forma oficial, pero debería rondar los 33.000 € de tarifa oficial (unos 30.000 € con descuentos).
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