Hace ya unos cuantos años, Ford vendía en Europa el Maverick. Era un todoterreno de los de antes, un 4×4 puro basado en los Nissan Terrano que gozó de buenas ventas a este lado del charco. Ahora el Ford Maverick ha vuelto, y lo hace convertido en una pequeña pick-up híbrida que promete revolucionar mercados como el estadounidense, que han dado completamente la espalda a los coches tradicionales. No solo vamos a conocer la Ford Maverick 2021, vamos a preguntarnos si tendría sentido un vehículo así a este lado del charco.
¿Qué es la Ford Maverick?
Es una pick-up compacta, según Ford, y según estándares estadounidenses. En Europa no llamaríamos compacto a un vehículo de 5,07 metros de longitud, pero en comparación con una Ford F-150 o una Ford Ranger tiene una talla notablemente inferior. En las carreteras y calles estadounidenses no se sentirá un vehículo grande, en definitiva. La Ford Maverick está basada en una plataforma monocasco, que comparte con el Ford Bronco Sport, del que también hereda parte de la filosofía de diseño, un motor y ciertos elementos tecnológicos.
A nivel estético destaca su frontal, con luces LED partidas por un eje transversal, que aporta una gran personalidad al frontal, sin caer en una excesiva agresividad estética. Disponible únicamente en carrocería de cabina extendida y cuatro puertas, su estética lateral y trasera es relativamente amable para lo que suelen ser las pick-up. Y es entendible: Ford quiere que los compradores de coches como el Ford Fusion o el Ford Focus se compren una Ford Maverick, tras el abandono total de los segmentos tradicionales de coches por parte de Ford.
El habitáculo de la Ford Maverick es de lo más interesante. Combina francamente bien un diseño cuidado con la «dureza» y «robustez» que se espera de una pick-up, pero lo hace empleando una selección de materiales cuidada, como son cueros de varios tonos diferentes, una tapicería de tela moderna y paneles de puertas con acabados texturizados. El componente práctico se ha mimado al extremo, con huecos portaobjetos sobre el salpicadero, junto a la pantalla central, en la consola central o en las puertas, donde caben botellas grandes e incluso un portátil.
Bajo el asiento trasero Ford ha instalado un gran hueco portaobjetos, que casi podríamos considerar un maletero interior. Este hueco de grandes dimensiones está acompañado de una de las cajas más interesantes del mercado, llamada FlexBed. Con 680 kg de capacidad de carga, cuenta con dos enchufes de 110 voltios y 400 watios de potencia de salida, además de insertos en los que podemos atornillar accesorios, ganchos portaobjetos y huecos moldeados en el plástico, donde encajar diferentes elementos de sujeción y organización de la carga.
Es el paraíso para un fan del bricolage, que puede incluso diseñar sus propios anclajes. Ford te venderá, eso sí, soluciones como una cubierta de carga o anclajes específicos para motos o bicicletas. A nivel mecánico, las Ford Maverick estarán disponibles con dos mecánicas. La mecánica de acceso es un sistema full-hybrid idéntico al del Ford Kuga europeo, con 191 CV de potencia combinada, tracción delantera y un consumo medio de 6,3 l/100 km según el exigente ciclo EPA estadounidense. La versión híbrida solo será de tracción delantera.
Y será la versión de acceso, con un precio objetivo de menos de 20.000 dólares. A mayores, habrá una versión 2.0 EcoBoost de 250 CV de potencia asociada a un cambio automático de convertidor de par y ocho relaciones. Aunque tendrá también dos ruedas motrices de serie, sí estará disponible con un sistema de tracción total inteligente de forma opcional. Hasta donde sabemos, carecerá de reductora o grandes habilidades fuera del asfalto, pero con el Tow Package podrá remolcar casi dos toneladas.