La idea de poder adquirir un deportivo por no mucho dinero es el sueño de muchos de los que sentimos un ‘algo’ especial por los coches. En esa lista entran más o menos modelos dependiendo de las capacidades económicas de cada cual y dónde pone el límite de lo asequible. Una opción recurrente suele ser decantarse por el mercado de segunda mano para poder comprar algo «más gordo» por el mismo presupuesto. Sin embargo, hay un país donde los aficionados a los deportivos son ciertamente afortunados al tener un coche ciertamente prestacional por no mucho dinero. Y es que, ¿sabías que en Estados Unidos un Ford Mustang cuesta lo mismo que un Ford C-Max?
«En Estados Unidos hay una cantidad enorme de Ford Mustang» ¿Tan baratos son?
Vivimos tiempos un poco difíciles para hacerse con un deportivo. La burbuja que afecta al mercado de los clásicos y deportivos es una tesitura que aleja al currante de a pie cada vez más de hacerse con el coche de sus sueños -o al menos, el coche de sus sueños más racionales-, algo de lo que ya os hemos hablado más en profundidad.
Ford Mustang
Sin embargo, estoy convencido de que tienes algún conocido o amigo que ha viajado a Estados Unidos y, a la vuelta, conocedor de tu gusto por los coches, lo primero que te ha dicho es que en el país yankee abundan los Mustang. Incluso quizá lo hayáis experimentado vosotros mismos: el país norteamericano tiene una peculiar e interesante cultura automovilística que pueden disfrutar gracias al buen número de coches muy potentes y relativamente asequibles que se ofertan en aquel mercado.
Los pony car nacieron precisamente con la premisa de acercar a más gente un tipo de coche potente y ciertamente prestacional y con un diseño atractivo. Hablamos de los Ford Mustang o Gran Torino, del Chevrolet Camaro, de los Dodge Charger y Challenger o del Plymouth Barracuda. En los años 60 y hasta la crisis del petróleo de 1973, cuando el mercado empezó a mirar por la economía en el consumo de combustible, la proliferación de este tipo de coches en Estados Unidos fue enorme. Y, aunque de forma distinta, la popularidad de este tipo de coches sigue estando al pie del cañón. ¿La razón? Quizá un precio similar al de un coche familiar pequeño (en los estándares estadounidenses) tenga buena parte de culpa.
Deportivo a precio de familiar pequeño: en EE.UU. puedes comprar el Mustang 2018 por 25.000 dólares
El Ford C-Max es un monovolumen medio para los estándares europeos pero un coche relativamente pequeño en un mercado, el estadounidense, donde están acostumbrados a colosos como el Cadillac Escalade o el Chevrolet Tahoe -entre otros muchos-. Aunque a la vista son prácticamente el mismo coche aquí y allá, en sus entrañas las mecánicas son bastante diferentes: mientras que el C-Max europeo (disponible con cinco plazas o con siete en el Grand C-Max) se impulsa gracias a motores gasolina y diésel de entre 85 y 150 CV, en Estados Unidos se oferta únicamente con dos versiones híbridas, una de ellas enchufable.
De esas dos versiones, la Hybrid en su acabado básico SE tiene un precio de 24,175 dólares; si queremos la más equipada Titanium hay que sumarle 3,000 dólares. Por su parte, el C-Max Energi (así se llama el híbrido enchufable) arranca en 30,120 dólares, unos 25,600 euros al cambio actual. ¿Realmente te puedes comprar un Mustang por ese precio?
La respuesta es ‘sí’. Con la última renovación del Ford Mustang, el Mustang MY2018, el EcoBoost de acceso a la gama reduce su precio dos mil dólares respecto al modelo que reemplaza, quedándose en 25,585 dólares el precio de partida si nos guiamos por el configurador del MY2018. Esa cifra significa que puedes hacerte con un Mustang de 314 CV, capaz de hacer un 0-100 km/h en poco más de 5 segundos y con un modo Line-Lock que facilita hacer burnouts por prácticamente el mismo dinero de un C-Max básico y varios miles de dólares por debajo de la versión enchufable.
Seguro que a muchos estáis pensando en la equivalencia en euros del Mustang EcoBoost Fastback, así que os la diré: apenas 21,700 euros al cambio actual. Un dinero por el que aquí en España podemos comprar un compacto con aproximadamente una tercera parte de potencia, y para muestra un botón: el SEAT León 1.6 TDI de 115 CV, con el acabado Style y cambio DSG cuesta 21,720 euros.
Es cierto que se trata del Mustang con el equipamiento más básico y que la factura se puede incrementar fácilmente más allá de esos 25,000 dólares tan pronto como elijamos unas llantas distintas a las de serie (de sólo 17 pulgadas), o si elegimos equipar el interesante paquete Performance; factura a la que habrá que sumar 900 dólares por el coste del transporte del vehículo. Aún así, por no mucho dinero un residente en Estados Unidos puede hacerse con todo un deportivo -convertido ya en icono- que a buen seguro le dibujará una sonrisa cada vez que lo vea en su garaje.