Normalmente, los restomod basados en muscle car clásicos suelen tener un objetivo claro. Duplicar o triplicar la potencia original del coche, hacerlo más cómodo y fiable, respetando en mayor o menor medida su estética retro. Preparadores estadounidenses como ICON, Singer o Speedkore son especialistas de renombre mundial en el mundo de los restomod. Sin embargo, nadie se había atrevido hasta ahora a transformar un Ford Mustang de primera generación en un muscle car eléctrico. Nótese el énfasis en muscle car: el Mustang de Charge Automotive es tan rápido como un Shelby Mustang GT350 del paquete.
Ford Mustang
La startup británica Charge Automotive presentará su creación en el próximo Goodwood Festival of Speed, que tendrá lugar en Reino Unido en apenas unas semanas. Esperamos que su debut sea mejor que el debut del Ford Mustang autónomo de Siemens, un experimento cuyo resultado fue humillante, por decirlo suavemente. En vez de tener un motor de un coche moderno en sus entrañas, este Mustang cuenta con dos motores eléctricos. Estos motores eléctricos accionan ambos ejes del coche y tienen una potencia combinada de 475 CV… acompañada de nada menos que 1.200 Nm de par motor máximo.
Ahora entendéis por qué las ruedas traseras del coche son tan anchas y montan neumáticos Michelin Pilot Sport Cup 2, ¿verdad? Estos motores han sido suministrados por Arrival y beben energía de una batería de iones de litio y 64 kWh de potencia. El coche tiene una autonomía estimada en unos 320 km, pero su foco no es precisamente la autonomía o la eficiencia. Es un muscle car, y como tal, es rápido y políticamente incorrecto. Acelera hasta los 100 km/h en unos cuatro segundos y su velocidad punta es de 239 km/h. Cuando agotemos la batería a base de hacer burnouts de cero emisiones, al menos podremos recargarla rápidamente.
Es compatible con un protocolo de recarga rápida de hasta 50 kW de potencia, por lo que la batería se cargaría en poco más de una hora al completo. Aunque apenas hay imágenes del interior – solo se ven algunos detalles en un vídeo – se revela una instrumentación digital y un equipo de infotainment digno de un Tesla Model 3. Debería ser un coche construido con una enorme atención al detalle y calidad, porque sus creadores pretenden pedir 300.000 libras esterlinas por cada unidad y solo fabricarán 499 unidades. Las primeras entregas tendrán lugar el próximo mes de septiembre.
Fuente: Carscoops