El nuevo Ford Mustang de séptima generación acaba de ser presentado. La última versión del pony car por excelencia podría considerarse un lavado de cara profundo del sexto Mustang, pero en cualquier caso, es un producto llamativo, y sobre todo muy pasional. Es uno de los poquísimos coches en retener un cambio manual asociado a un motor V8 para su versión GT. Pero por encima de la versión GT esta generación estrena la versión Dark Horse. Una versión de alto rendimiento, abiertamente enfocada a un público exigente que no dudará en meterlo en un circuito.
En cierto modo, podríamos decir que el Mustang Dark Horse es a la séptima generación lo que el Mach 1 era a la sexta generación. El primer ingrediente de este caballo oscuro es una evolución del motor 5.0 Coyote V8 de cuarta generación. Este motor llega a los 500 CV en esta versión y cuenta con dos mariposas de admisión, además de las bielas estrenadas en el Shelby Mustang GT500. Este motor se asocia a un cambio automático de diez relaciones, o a una caja de cambios manual Tremec de seis relaciones, especialmente puesta a punto para esta versión.
Ford Mustang
En verdad, los cambios del Dark Horse están bajo su piel. En primer lugar, la mecánica está apoyada en un radiador de aceite adicional, un radiador para el diferencial trasero y un radiador de mayor capacidad. La caja de cambios recibe mejoras en su refrigeración y el equipo de frenado confía en pinzas Brembo de seis pistones en el eje delantero, abrazando discos de freno de 353 mm de diámetro. Además de amortiguadores magnetoreológicos MagneRide de tercera generación, el Dark Horse cuenta con una barra de torretas y refuerzos en sus subchasis.
Sus llantas de 19 pulgadas montan de serie neumáticos Pirelli P Zero Trofeo RS y en un futuro, podrán encargarse construidas en fibra de carbono para reducir las masas no suspendidas. Por supuesto, el diferencial autoblocante Torsen es de serie. Opcionalmente, el Handling Package suma a la ecuación un spoiler trasero ajustable, barras estabilizadoras mas gruesas, neumáticos más anchos y muelles más firmes.
En el interior, un volante achatado forrado en Alcantara – con accesos directos a los modos de conducción – nos comunica más directamente al coche, al que vamos sujetos mediante cinturones de seguridad de color azul. Estéticamente, el Mustang Dark Horse cuenta con llantas de diseño único y paragolpes más agresivos, destacando las dos entradas de aire de su calandra y las tomas de refrigeración situadas sobre el capó. A falta de las versiones con apellido Shelby, este será el Mustang más radical y capaz del momento.
