Mientras que modelos como el Mercedes-AMG C 63 S pierden el V8 biturbo en pro de un cuatro cilindros híbrido, modelos como el nuevo Ford Mustang siguen luciendo orgullosamente un V8 atmosférico. Sí, sabemos que Mercedes-AMG recurre a esta táctica de sacrificar a uno para poder seguir vendiendo modelos como un ocho cilindros siempre que haya demanda; y sí, sabemos que el Ford Mustang llegará a Europa capado, pero que lo haga con un motor V8 de aspiración natural es gracias, en gran parte, a su peor enemigo: el coche eléctrico.
Concretamente a ese gran enemigo que tiene en casa, el Ford Mustang Mach-E, modelo al que Ford da las gracias por haber evitado electrificar a la séptima entrega del Mustang. Y supongo que este es el doble rasero de los coches eléctricos, un tipo de mecánica interpretado como herejía por muchos y más cuando reciben el apellido Mustang, pero al mismo tiempo salvador de motores de combustión al reducir emisiones globales y permitir a las marcas seguir con otras sendas.
Ford Mustang Mach-E, o cómo el eléctrico interpretado como herejía ha conseguido salvar al V8 del Mustang
Ford Mustang
Y es que en una primera instancia, Ford estaba trabajando ya no solo en un nuevo Mustang electrificado, sino también con una variante de cuatro puertas. Sin embargo, desecharon la idea cuando se les ocurrió lo que hoy en día conocemos como Ford Mustang Mach-E, producto que en una primera instancia para muchos fue un ultraje para el Mustang pero que, como ejercicio de marketing, funcionó muy bien.
Tal y como cuentan nuestros compañeros de Carbuzz, el CEO de Ford Jim Farley reveló que «gracias a la mecánica del Mach-E la compañía tiene la suficiente soltura en lo que a grado de emisiones se refiere para crear un Mustang con un V8 atmosférico.» A lo que ha añadido que «mientras la ley lo permita y haya suficiente demanda, el Ford Mustang seguirá teniendo el 5.0 litros Coyote.»
Sí, muchos de los competidores más directos del Mustang están preparándose para dar el paso que todos esperábamos con esta séptima entrega del muscle car. Sin indagar demasiado descubrimos los primeros ademanes de Dodge para electrificar a los Charger y Challenger en su próxima generación, un paso que permite a Ford ser el único presente en el segmento del Mustang y campar a sus anchas.
Y es esa una de las razones -además de la posibilidad inicial de electrificar al Mustang- por las que Ford se ha demorado en lanzar a la séptima entrega del Ford Mustang. Todo este tiempo fue invertido por la compañía del óvalo para obviar a ese posible Mustang electrificado y centrar sus esfuerzos no solo en el Mustang que ahora mismo conocemos y que, cuando tenga que desaparecer, habrá reinado en un sector en el que seguramente termine siendo el único con un motor de combustión en sus entrañas.
El éxito del Mach-E ha tenido mucho que ver, así como la presencia de la F-150 Lightning y otros modelos híbridos e híbridos enchufables. ¿Terminaremos viendo un Ford Mustang electrificado? Muy a nuestro pesar sí, seguramente el muscle car por excelencia termine siendo un coche híbrido o enchufable. Pero eso ahora mismo debería ser el menor de nuestros problemas, y más teniendo en cuenta que el Mustang con su V8 atmosférico de 5.0 litros estará presente por estos lares. Corred a por él ahora que aún se puede.