El coche que estáis viendo en vuestras pantallas es la nueva Ford Ranger Raptor. Está basada en la nueva generación de la Ford Ranger, y con respecto a la anterior no solo mejora a nivel estético y tecnológico, si no que da un paso adelante considerable en capacidades todoterreno, y un gigantesco salto cualitativo en lo que a mecánicas se refiere. De hecho, será tan capaz que ya no está tan lejos de sus hermanos mayores, los Ford Bronco Raptor y Ford F-150 Raptor. Vamos a descubrir cómo la pick-up definitiva, el rival más fuerte, redobla su ofensiva.
Una presencia imponente, tanto por dentro como por fuera
Con la nueva generación de la Ford Ranger Raptor, Ford Performance ha querido imprimir, de nuevo, un carácter agresivo, masculino y musculoso. El frontal de la pick-up deja ver en su calandra negra la palabra «Ford» y sus formas más angulosas recuerdan claramente a su hermana mayor, la Ford F-150. El coche está visiblemente ensanchado, y sus pasos de rueda están muy abultados. Su estética agresiva no es solo fachada, esconde un tren de rodaje que poco tiene que ver con el de otras Ford Ranger y que desgranaremos más tarde.
Ford Ranger
Las llantas de 17 pulgadas están envueltas, de serie, en neumáticos todoterreno de 33 pulgadas. Unas enormes estriberas metálicas protegen los flancos, mientras en la zaga puede leerse Raptor a tamaño XXL. Su estética es absolutamente brutal, y te garantiza no pasar desapercibido en ningún lugar. En el interior encontramos una combinación de colores similar al exterior, con unos asientos deportivos desarrollados por Ford Performance, un volante deportivo específico, y acentos en color naranja, tanto en tapicería como en el salpicadero.
Es un habitáculo muy tecnológico, con una instrumentación digital de 12,4″ y enormes posibilidades de configuración, así como una pantalla central de 12″ para el equipo de infoentretenimiento SYNC 4A.
Motores diésel y gasolina de hasta 288 CV de potencia
Una de las sorpresas de la nueva generación de la Ford Ranger Raptor es que cuenta con una mecánica muy novedosa. Se trata de un motor 3.0 V6 EcoBoost de gasolina, sobrealimentado por doble turbo. Es esencialmente el mismo motor del Ford Bronco Raptor, pero con una potencia mucho más conservadora. Con todo, estamos hablando de una mecánica de 288 CV y 491 Nm de par máximo. La anterior Ranger Raptor no era un vehículo de grandes prestaciones, pero con este motor de gasolina, la nueva Raptor es tan rápida como su estética sugiere.
Este propulsor se venderá en Europa y en España – en estos tiempos, sí – y se asocia exclusivamente a una caja de cambios de convertidor de par y 10 relaciones, especialmente puesta a punto para la Raptor. Este motor estará acompañado del 2.0 EcoBlue diésel de doble turbo, que previsiblemente recibirá un incremento de potencia. A mayores, también debería llegar a Europa un diésel de seis cilindros, que en mi opinión será el óptimo entre prestaciones, consumo e imagen.
Un tren de rodaje todoterreno de primer nivel
La verdadera magia de las Ford Ranger Raptor está en su tren de rodaje. Es lo que las diferencia de forma muy sustancial del resto de rivales del segmento de las pick-up. Para empezar, contamos con un chasis reforzado de forma considerable, e incluso cuentan con refuerzos en la caja y el pilar C. El ancho de vías es muy superior – aun no ha sido especificado – y los brazos de suspensión, ejes y diferenciales están diseñados para soportar todo tipo de abusos fuera del asfalto.
Una de las grandes novedades de esta Raptor es que su suspensión es adaptativa, o más bien, pilotada. Sus amortiguadores han sido desarrollados por Fox Racing y tienen en cuenta el tipo de terreno por el que circulamos o el estilo de conducción, haciendo 500 cálculos por segundo para ajustar su amortiguación al máximo rendimiento en todo momento. Ford promete que no solo rinde especialmente bien fuera del asfalto, si no también sobre el asfalto. El último 25% del recorrido de los amortiguadores ofrece la máxima potencia de amortiguación posible, para evitar que el coche «haga topes» en grandes baches.
El tren de rodaje tiene la misma configuración que la anterior Ranger Raptor, es decir, tiene reductora pero no cuenta con diferencial central. Sí cuenta con bloqueo del diferencial trasero, y por primera vez, también bloqueo mecánico del diferencial delantero. Esto le permitirá una efectividad mecánica sin parangón en conducción off-road. A este hardware de primer nivel se une un control de tracción diseñado para su uso todoterreno, gobernado por un selector de modos de conducción que también afecta a la electrónica del coche, el motor, el sonido del escape o el sistema de tracción total.
Los modos de conducción para carretera son Normal, Sport y Slippery, mientras que en off-road tenemos Rock Crawl, Arena, Barro/Surcos y Baja. Este último está diseñado para que surquemos el terreno a gran velocidad, mientras el escape grita tras nosotros, con un sonido atronador. Incluso es posible bloquear el diferencial trasero circulando con dos ruedas motrices para lograr derrapes espectaculares. Esta nueva Ford Ranger Raptor se convierte en uno de los juguetes 4×4 más deseados del momento, y tenemos unas ganas increíbles de poder echarle el guante.