Vivimos un momento sumamente delicado para la industria del automóvil en el que los grandes cambios que se avecinan se unen a retos no menos importantes, como los planteados por las guerras económicas entre Estados Unidos y China y Europa, el Brexit, o incluso el declive que está sufriendo el diésel en este nuestro viejo continente. Ford está tomando decisiones realmente drásticas, pero también con bastante sentido, como eliminar de su catálogo en Estados Unidos todo lo que no sea SUV, crossover, o Mustang. Estos días conocíamos el nuevo plan de la marca del óvalo azul. Ford se aprieta el cinturón en Europa, revisará la producción de cada fábrica, la rentabilidad de cada modelo y tomará decisiones «difíciles y duras» lo cual, evidentemente, puede tener consecuencias para la fábrica de Almussafes.
Ford pone en cuestión su negocio en Europa
Tal y como adelantaba ayer EFE, la dirección de Ford se reunió con el comité de empresa, con los sindicatos de sus fábricas en Europa, para anunciar un nuevo plan que implicará tomar decisiones duras, en una reunión que, según Carlos Faubel, representante de UGT en Ford Almussafes, fue «larga, tensa y difícil». La empresa y los sindicatos habrían estado reunidos más de cinco horas en la sede de Colonia, Alemania.
Aunque el plan no se ha concretado aún, las conclusiones del encuentro son bastante claras. Ford solo invertirá en modelos que tengan la rentabilidad asegurada y, por lo tanto, se esperan reducciones de producción en Europa en el que necesariamente habrá fábricas afectadas y recortes de personal, tal y como publicaba Expansión en las últimas horas.
¿Afectará a la fábrica de Ford en Almussafes?
En este punto, se desconoce qué planes tiene Ford para su fábrica española en Almussafes, Valencia. La factoría española emplea a 7.600 trabajadores y es una de las principales fábricas de ensamblado de coches de la marca en el continente junto con las de Colonia y Saarlouis en Alemania. Los empleos directos e indirectos generados por la fábrica de Almussafes se estiman en más de 30.000, y supone un 15% del producto interior bruto en la Comunidad Valenciana, y un 20% de sus exportaciones. La fábrica de Ford en Almussafes es rentable, y sus beneficios ayudan a compensar las pérdidas de la marca en Europa, lo cual es un punto muy importante a su favor, pero no una garantía absoluta de que no vayan a aplicarse recortes.
En cualquier caso, hay bastante margen para el optimismo. El Ford Kuga supone alrededor del 50% de la producción de la fábrica de Almussafes y no parece, ni mucho menos, que sea uno de los modelos que Ford vaya a eliminar de su catálogo, sino todo lo contrario. En noviembre de 2017 se confirmaba, además, que la próxima generación seguirá fabricándose en Valencia y que se invertirán 750 millones de euros. Estos días también se confirmaba que el Ford Mondeo seguirá en los concesionarios y, por supuesto, fabricándose en Valencia.
Ford también fabrica en Almussafes las variantes comerciales, y turismo, de las gamas Transit y Tourneo. Y en un momento en el que los SUV dominan el mercado, arrasan, y están aglutinando las ventas que recaían habitualmente en segmentos tradicionales, sí parece que lo tengan más difícil productos que también se fabrican en Valencia como Ford S-MAX y Ford Galaxy.