Vivimos bombardeados por la explosión de nuevos modelos que son lanzados cada mes al mercado. En los últimos años, una gran parte de estos vehículos son crossovers, turismos que juegan a ser todocaminos, vendiendo una imagen aguerrida y una practicidad supuestamente superior a la de un turismo convencional. A pesar de su atractivo de cara al público, nos estamos olvidando de un tipo de coche extremadamente versátil, capaz y amplio: las furgonetas de pasajeros. Hoy, probamos la Ford Tourneo Connect, que combina lo mejor de un turismo con el enorme espacio a bordo de un vehículo de carga. ¿Argumentos suficientes para esta Ford frente a un crossover?
Desde luego, una furgoneta de pasajeros tiene menos «glamour». La Ford Tourneo Connect está directamente derivada de la Ford Tourneo de carga, con la que comparte dimensiones y un aspecto cuadriculado. Aunque no puede negar su origen humilde, esconde una practicidad varios órdenes de magnitud superior a la de coches como el Peugeot 3008 o el Kia Sportage. Son sólo dos ejemplos de coches que pueden ser considerados alternativas a la Ford Tourneo Connect, pero que en verdad, juegan en ligas completamente diferentes. Aunque no os lo parezca, esta furgoneta es mucho más «turismo» de lo que se podría pensar.
Ford ha tratado de acercar su nueva generación de furgonetas de pasajeros a lo que un cliente medio esperaría de un turismo. Por ejemplo, en la versión Titanium que hemos probado, las defensas están pintadas del color de la carrocería. Todas las Tourneo Connect son saludan con una calandra con presencia, de borde cromado y flanqueada por dos ópticas atractivas. Aunque tienen una línea lateral muy cuadriculada, se ha disimulado bien el carril de las puertas correderas y se han instalado unos retrovisores aerodinámicos. En la zaga, todas comparten pilotos verticales de grandes dimensiones, sin tecnología LED.
Esta unidad equipaba llantas de 16 pulgadas, pero podría haber montado llantas de 17 pulgadas opcionalmente – no es una opción que recomiende, ya que se pierde confort de marcha y los neumáticos son más caros que los 205/60 R16 de esta unidad. Posee un diseño razonablemente atractivo, pero no podemos ignorar su origen industrial. Si dejas de leer aquí estarías dando la espalda a lo más importante de la Ford Tourneo Connect, su interior. Porque la belleza está en el interior. Acompañadnos a conocer su cavernoso interior, y descubrir a fondo el inmenso espacio interior que esconden sus contenidos 4,42 metros de longitud.
Pero antes de proseguir, una breve aclaración. En mi casa tenemos una unidad de 2014 de la Ford Tourneo Connect, equipada con el 1.6 TDCi de 115 CV, que ha sido reemplazado por el nuevo 1.5 TDCi de 120 CV. Aunque cambie el motor, es un coche cuyo comportamiento y habitáculo conozco a la perfección. Los únicos cambios reseñables con respecto a la unidad de mi familia, son ligeros detalles estéticos, el propulsor y elementos de equipamiento. Tras tres años a su volante, al final del artículo relataré las diferencias percibidas en ajustes y consumos con respecto a esta unidad de prensa.
Cinco plazas, acompañadas de todo el espacio del mundo
Aunque exteriormente sea poco más grande que un Nissan Qashqai, el aprovechamiento del espacio interior está a años luz. Como la Ford Tourneo Connect tiene una altura de 1,85 metros y una anchura sólo un centímetro inferior, los pasajeros tienen una enorme sensación de espacio. Sensación que es real, especialmente en las plazas traseras, donde tres personas viajan muy cómodamente, sin estrecheces a nivel de hombros. El acceso a las plazas traseras es muy sencillo, y lo es gracias a las puertas correderas, que dicho sea de paso, son manuales y sin opción a accionamiento eléctrico.
Aunque las plazas traseras de la furgoneta son excepcionalmente amplias, no puede decirse lo mismo de las plazas delanteras. No me malinterpretéis: no son estrechas, pero la forma de la consola central limita el espacio disponible para la rodilla trasera. Dicho esto, es el diseño de la consola central el que permite que la palanca de cambios esté cerca del volante, y resulte muy cómoda de accionar. Más allá de la profusión excesiva – y no demasiado bien organizada – de los mandos del climatizador, es un habitáculo al que no cuesta acostumbrarse. Todo está a mano, donde se espera que esté.
Acostumbrado a conducir todo tipo de coches, en ocasiones me olvido de cuanta visibilidad hemos perdido a costa del diseño en los últimos años. El enorme parabrisas de la Tourneo y sus grandes lunas de formas regulares son un agradable soplo de aire fresco en el panorama actual. Sobresaliente en visibilidad interior para este furgoneta. Para los amantes de los crossover, también tenemos buenas noticias: su posición de conducción está ligeramente elevada. Sin llegar a ser tan elevada como la de un todocamino, permite un buen control del tráfico, así como un acceso y egreso cómodo, sin ningún tipo de esfuerzo.
Hablemos ahora de la cualidad más importante de la Ford Tourneo Connect: su capacidad de carga y almacenamiento. En primer lugar, el habitáculo está absolutamente repleto de huecos portaobjetos, una afortunada herencia del mundo comercial. Por ejemplo, dispone de un compartimento de carga sobre los asientos delanteros, y la cubierta de la instrumentación es practicable, revelando un pequeño espacio con una toma de corriente. También existe otro espacio muy aprovechable en la parte superior de la boca de carga, una bandeja de dimensiones generosas, cerrada con dos portezuelas de plástico.
La guantera es de tamaño considerable – no está refrigerada ni forrada, pero sí iluminada. Entre los asientos delanteros hay hueco suficiente para teléfonos, cartera y bebidas, así como reposabrazos integrados en la estructura del asiento. El espacio entre ambos asientos no está cubierto, tenlo en cuenta al aparcar en la calle. Por último, en las puertas caben botellas de litro y medio, y todo el habitáculo está en el caso de esta unidad, iluminado por un enorme techo panorámico no practicable. ¿Qué hay del maletero? Ahí es donde la Ford Tourneo Connect brilla con luz propia.
Con las dos filas de asientos en posición, esta furgoneta compacta tiene una capacidad de carga de nada menos que 1.029 litros – más de un metro cúbico. La fila trasera de asientos se puede abatir de dos maneras: plegando sólo el respaldo, o además de plegándolo, desplazando hacia delante la estructura del asiento. Incluso se pueden sacar del coche al completo. En esta última configuración la capacidad máxima de carga es de 2.410 litros, una capacidad imposible de conseguir en cualquier SUV, crossover o monovolumen de dimensiones similares. Es un espacio perfectamente regular, en el que cabría sin problema un palet estándar europeo.
Personalmente, durante esta prueba realicé una mudanza con la Tourneo, así como varios viajes a Ikea. La Tourneo llevó al mismo tiempo dos orejeros de dimensiones generosas, una televisión de tubo de 32 pulgadas y multitud de cajas. En Ikea, cargamos cajas de dos metros de longitud, sin tener que hacer excesivo encaje de bolillos. Si vas a transportar habitualmente mucho equipaje u objetos grandes de forma ocasional – típicos aperos y suministros para «la casa del pueblo» – es un tipo de vehículo muy recomendable. Pero, ¿cuanto consume? ¿Se comporta como un coche normal en carretera?
Consumos y comportamiento en carretera
El motor de esta Ford Tourneo Connect es un nuevo 1.5 TDCi de 120 CV. Es un motor más refinado y suave que el 1.6 TDCi de 115 CV al que reemplaza. Sobre el papel, hace el 0 a 100 km/h en 12,6 segundos, con una velocidad punta de 171 km/h. Es un motor que corrige varios de los defectos del anterior 1.6, el principal de ellos la sonoridad y las vibraciones. Es un propulsor de carácter progresivo, con un buen aislamiento. Desde las 1.400 rpm empuja con contudencia, entregando sus 270 Nm de par máximo entre las 1.750 rpm y las 2.500 rpm. Homologa un consumo medio (ciclo NEDC) de sólamente 4,4 l/100 km.
Este consumo no es real, y una conducción mixta en carreteras nacionales y autopista ha arrojado un consumo medio de 5,8 l/100 km en nuestro recorrido habitual de pruebas. Siendo cuidadoso y circulando a velocidades moderadas es posible acercarse a los 5 l/100 km, pero no bajar de ellos. En el fondo, no es un vehículo especialmente ligero o aerodinámico, y se nota. En base a mi experiencia con la Ford Tourneo Connect con motor 1.6 TDCi que tenemos en casa, los consumos se han reducido en media aproximadamente 0,5 l/100 km, sin perjuicio de las prestaciones o la respuesta del propulsor turbodiésel.
Una cosa que me gusta de la Ford Tourneo Connect es que se conduce como un turismo. La dirección es precisa y tiene una buena retroalimentación. El volante no está plano como en otras furgonetas y el cambio de seis relaciones tiene unos recorridos cortos y relativamente precisos. Aunque su suspensión contiene bien los movimientos de la carrocería, tiene un tarado más orientado al confort que un coche como el Ford Focus o el Ford C-MAX. Con todo, no se mueve mal en curvas, y no tiene un carácter «rebotón» cuando circula con poca carga, algo que es más acusado en las pick-up, pero que también sucede en algunas furgonetas.
En definitiva, es un vehículo cómodo para devorar kilómetros, como certifican los más de 3.000 km de nuestra prueba a fondo, y los cerca de 100.000 km que acumula ya la Tourneo de mi familia. Si la estética no es demasiado importante para ti, y vas habitualmente a transportar objetos de dimensiones generosas, la Ford Tourneo puede ser un vehículo muy interesante, a valorar en tu decisión de compra. Todas las Ford Tourneo son fabricadas por Ford España en Almussafes, en Valencia. A continuación, me gustaría hablaros de mi experiencia real con una Ford Tourneo Connect, perteneciente a mi padre.
Tres años y 100.000 km con una Tourneo Connect
Como antes os comentaba, en mi familia tenemos una Ford Tourneo Connect, también en acabado Titanium, con motor 1.6 TDCi de 115 CV. Fue una de las primeras unidades en salir a la venta en la presente generación, adquirida en marzo de 2014. Actualmente tiene más de 96.000 km, usándose a razón de 30.000 km/año. Mi padre es el principal usuario de la furgoneta, que ha sido de ayuda inestimable en otra mudanza, y durante una larga rehabilitación de una casa de campo. ¿Cómo ha soportado estos 3 años? ¿Ha habido deterioros? A nivel de motorización, no ha habido queja alguna: la fiabilidad ha sido completa, y la media de consumos, estabilizada en 6,5 l/100 km.
La furgoneta no ha tenido avería alguna, pero una de las puertas laterales se ha vuelto últimamente realmente dura de abrir – creemos que puede deberse a falta de engrase en el mecanismo de cierre, pero no lo tenemos claro. Otra incidencia ha sido el alarmante número de parabrisas rotos a causa de chinazos. El coche se mueve en Asturias, donde el abandono de la red viaria tiene mucho que decir. No obstante, van cuatro parabrisas en poco más de tres años. Si compráis una Ford Tourneo Connect, aseguraos de que las lunas están cubiertas por el seguro. Probablemente tendréis que echar mano del seguro en algún momento.
En estos casi 100.000 km el interior ha desarrollado algún grillo, sólo perceptible al pasar por encima de baches y de escasa consideración. Teniendo en cuenta el trato exigente que ha recibido, puedo certificar que la durabilidad de la Tourneo es más que satisfactoria. Los amortiguadores no presentan signos de desgaste, el embrague bimasa tiene mucha vida por delante y sólo ha sido necesario reemplazar un juego de pastillas de freno delanteras como consumible habitual. Va por su tercer juego de neumáticos, siempre pertenecientes a la gama Michelin Latitude para vehículos comerciales.
Precio y equipamiento
En su configuración sin extras y en acabado Titanium, la Ford Tourneo Connect 1.5 TDCi de 120 CV arranca en 19.719 euros. En el equipamiento base contamos con llantas de 16 pulgadas, climatizador bizona automático, control de velocidad o manos libres Bluetooth. Esta unidad de pruebas estaba equipada con el pack opcional Active Vision. Por 1.200 euros, incluye detector de vehículos en ángulo muerto, asistente de mantenimiento de carril, reconocimiento de señales, control de luces largas y monitor de conducción segura. El navegador con pantalla táctil añade otros 1.280 euros a la factura.
Pienso que los sensores de párking delanteros y traseros son imprescindibles (+250 euros). Si vas a remolcar habitualmente, la instalación de la bola costará 325 euros. Las barras de techo cuestan 50 euros, y en el caso de nuestra Tourneo, han sido usadas ya varias veces. Con el resto de extras – como la pintura metalizada, la rueda de repuesto o la consola de carga trasera – el precio total de esta unidad asciende a 23.524 euros. Entre sus rivales podemos contar a las Peugeot Partner Tepee, Citroën Berlingo Multispace u Opel Combo – hermana gemela de la Fiat Dobló.