El futuro de Alpine como fabricante independiente dentro de la alianza de Renault–Nissan–Mitsubishi está en tela de juicio, y es que aunque su control depende al 100% de Renault, sus planes no pueden escapar del plan de recortes y reestructuración que tiene que acometer la firma del rombo. Así, y pese a que el regreso de Alpine ha sido enfocado hacia un público de nicho, el futuro de la marca deportiva francesa está condenado a ser replanteado para seguir los pasos de otras marcas independizadas como CUPRA o Abarth.
Pese a que el Alpine A110 es uno de los mejores deportivos que ofrece hoy por hoy el mercado, nuestra prueba a fondo puede daros pistas del porqué, la realidad es que vivimos en una época donde los coches deportivos son productos de nicho y rara vez sus ventas justifican su existencia. Los coches de nicho ofrecen imagen y prestaciones, pero las cuentas suelen ser otro cantar. Y es por ello por lo que el nuevo CEO de Renault, Luca de Meo, ya deja entrever un plan estratégico para Alpine que podría ser muy similar al de la recién independizada CUPRA.
La nueva Alpine: mucho en común con CUPRA
Con de Meo al mando de SEAT, su puesto antes de fichar por Renault, CUPRA pasó de ser un acabado deportivo de ciertos modelos de SEAT a un fabricante independiente. En un primer momento esta idea se planteó bajo la máxima de ofrecer versiones deportivas y más exclusivas de coches SEAT, pero la ambición de CUPRA no ha quedado ahí y en estos momentos ya tienen incluso el CUPRA Formentor, un SUV de corte más deportivo que no tendrá versión SEAT. A grandes rasgos, la estrategia para separar CUPRA de SEAT recuerda bastante a la empleada por Fiat en tanto a Abarth, aunque en el caso de CUPRA su plan ha sido desde el principio centrarse en coches de mayor éxito comercial como son SUV y compactos. Mientras Abarth llegó a tener incluso su propio roadster deportivo gracias a la colabración con Mazda, el Abarth 124 Spider, CUPRA ha apostado por esa misma idea de coche exclusivo, pero bajo un mucho más vendible SUV coupé. Nos guste más o menos, CUPRA no tendrá un verdadero coche deportivo, nada de coupés o descapotables pasionales y exclusivos.
De Meo sabe por lo tanto cuál es la fórmula para reinventar una firma deportiva y ganar dinero con ello. Y es por este motivo por lo que el futuro de Alpine está condenado a conocer nuevas formas de vender coches alejándose del actual concepto purista. Hablamos de una transformación que aún necesita ser planificada y validada, pero en la que no se descarta convertir a Alpine en la CUPRA de Renault. De esta forma no solo podríamos encontrar una gama amplia con diferentes modelos y carrocerías, todas de corte deportivo sobre la base de un modelo de Renault, sino que incluso esa oferta podría dar cabida a modelos propios más allá de un A110, deportivo que por cierto se mantendría hasta el final de sus días como el buque insignia de la marca. Quizá el mayor problema al que se enfrenta Renault es el de cómo combinar sus dos activos deportivos, Renault Sport y Alpine, la primera con una imagen consolida vendiendo versiones deportivas, mientras que la segunda con una receta mucho más aspiracional que está recuperando poco a poco su imagen con el A110 y su presencia en competición (WEC y F1).
Fuente: AutoNews