Cada semana escuchamos que el fin de los cambios manuales en los deportivos está cerca, y lo cierto es que cada vez son menos los fabricantes que lo ofrecen y sólo raras excepciones como el nuevo Porsche 911 GT3 2017 ha recuperado la caja de cambios manual tras haberla desechado. Todo apunta a que el futuro pasa de forma obligada por las transmisiones automáticas, pero ojo, porque muchos pensaban que el cambio de doble embrague las tenía todas consigo, pero tras las últimas noticias desde BMW Motorsport parece que sólo el convertidor de par tiene futuro.
Así es, si condenados están los cambios manuales, en menor medida también lo están las cajas de cambio automáticas de doble embrague. ¿Cuál es el problema? la escalada de par de los motores y la llegada de los sistemas híbridos, factores que está poniendo contra las cuerdas a los ingenieros para desarrollar las nuevas transmisiones de doble embrague, complejos mecanismos y aún más complejos sistemas de gestión que están llegando a los límites de fiabilidad y costes. Los cambios manuales ya se han convertido en productos de nicho como es el caso del nuevo 911 GT3 ya mencionado o los aún más exóticos cambios manuales de 7 relaciones.
Ante este panorama, el vicepresidente de ventas y marketing para BMW Peter Quintus, ha declarado a los compañeros de The Drive que el único camino de desarrollo viable es el cambio automático por convertidor de par. Las últimas generaciones de este diseño han demostrado no sólo una asombrosa capacidad para adaptarse a cualquier exigencia; prestaciones, eficiencia, hibradación, etc. sino posibilidades de mejora y evolución con diseños con hasta 10 relaciones y margen de maniobra suficiente para mejorar los tiempos de respuesta y la eficiencia. A día de hoy existen muy buenos cambios automáticos de doble embrague, pero también los hay muy buenos en convertidor de par.
En estos momentos ningún BMW M ofrece un cambio automático por convertidor de par, pero a corto plazo la convivencia entre cambios automáticos de un tipo de diseño y otro tendrá que llegar – se habla de en torno a 6 o 7 años -. El desembarco de motores cada vez más potentes a los actuales junto a los sistemas híbridos poco a poco harán ganador al cambio automático por convertidor de par, relegando a la transmisión de doble embrague a un producto de nicho ofertado en modelos muy concretos como ya está sucediendo con las cajas de cambio manuales.
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