Queridos amigos, aún hay atisbos de esperanza para los que amamos el coche deportivo de combustión interna. Aunque parece que todo está perdido, y todos los coches se van a convertir en eléctricos, marcas como Mazda no quieren aun tirar la toalla. Desde que en el año 1967 lanzasen su primer coche con motor rotativo, han seguido apostando por esta fascinante tecnología, que no está disponible en coches de calle desde el año 2012. Todo esto podría cambiar muy pronto, y podría hacerlo con un fascinante deportivo de altos vuelos.
Antes de que alguien nos lo indique en la sección de comentarios, Mazda ya ha comunicado de forma oficial la vuelta del motor rotativo. Pero la comunicación oficial hace referencia a un sencillo extensor de autonomía para coches eléctricos, eficiente, de baja potencia y emisiones muy contenidas. Con todo, Mazda nunca ha dejado de pensar en esta tecnología, y prototipos como el precioso Mazda RX Vision del año 2015 ya coqueteaban con un futuro deportivo rotativo. Ahora, los de Hiroshima han registrado una prometedora y apasionante patente.
La patente hace referencia a un sistema de refrigeración para motores rotativos. Estos motores generan muchísimo calor, ya que su ciclo de funcionamiento no da «respiro» a las cámaras de combustión. Un buen sistema de refrigeración alarga la vida de los motores rotativos, y les permite generar más potencia. Sin embargo, lo interesante de la patente no esto, si no la configuración mecánica del coche que la ilustra. Estamos hablando de un motor de tres rotores, una solución nunca vista desde el brillante Eunos Cosmo de principios de los noventa.
No solo tres rotores es una configuración muy llamativa – coches como los Mazda RX-7 o RX-8 montaban dos rotores – de cara a una potencia abundante, si no que esos tres rotores están acompañados de un sistema híbrido eléctrico. Este sistema parece estar incluido a la salida del eje de transmisión, ya que estamos ante un coche de propulsión. Además, la patente también incluye una caja de cambios transaxle, montada sobre el eje trasero. Esto mejora el reparto de pesos y compensa el peso añadido en el frontal por ese hipotético tercer rotor.
Nada indica que esta patente vaya a dar lugar a un Mazda «RX» moderno, pero si hay una marca capaz de hacerlo, esa marca es Mazda. Nunca tiraron la toalla con el motor rotativo, y si el último canto de cisne de la tecnología exige su hibridación y su racionalización, Mazda no tendrá problema en apoyar dicha solución técnica. Nosotros somos unos soñadores, y ya estamos pensando en un deportivo biplaza con el sensual diseño de la marca, más de 300 CV y potencia rotativa híbrida. No nos llames ilusos, llámanos optimistas.
