Esta mañana ha tenido lugar una importante conferencia de prensa. En ella, Volkswagen anunciaba sus planes de futuro a largo plazo, al menos hasta el año 2030. Como podéis suponer, la electrificación juega un papel clave, así como convertirse en un proveedor de movilidad y software para vehículos autónomos. Iremos desgranando poco a poco esta conferencia, y uno de los primeros pasos es preguntarnos qué va a ocurrir con los vehículos tradicionales de Volkswagen. ¿Hay futuro para instituciones como los Volkswagen Golf o Volkswagen Tiguan?
Volkswagen quiere que el 70% de sus ventas sean coches eléctricos en el año 2030. El resto de sus ventas serán vehículos fuertemente electrificados. Para entonces, la marca cree que compraremos o usaremos coches con un avanzado nivel de autonomía. ¿Va a ser tan rápido el progreso tecnológico en los próximos nueve años? Volkswagen cree que sí, pero al mismo tiempo, sabe que no puede descuidar su gama de vehículos «tradicionales». Estos vehículos seguirán formando parte del núcleo duro de la marca, pero no de la forma en que los conocemos.
En primer lugar, la gama de vehículos de combustión interna será racionalizada al máximo. Desaparecerán de la gama coches como el Volkswagen Touran, el Volkswagen Sharan o el Volkswagen up!, e incluso podrían desaparecer coches como el Volkswagen Touareg o el Volkswagen T-Cross. En su nota de prensa, Volkswagen solo ha garantizado la supervivencia expresa – más allá de su actual generación – de coches de volumen y calado mundial, como son los Volkswagen Golf, Volkswagen Tiguan, Volkswagen Passat, Volkswagen T-Roc y Volkswagen Tayron.
Nota aclaratoria: el Tayron es un crossover compacto vendido en el mercado chino únicamente. Todos estos vehículos, el núcleo duro de Volkswagen, tendrán al menos una generación más. Posiblemente sigan empleando una versión evolucionada de la plataforma MQB, pero lo que es seguro es que su futuro pasa por una electrificación avanzada. Volkswagen afirma que el futuro de estos coches pasa por la hibridación – completa o ligera – y el lanzamiento de versiones enchufables, que contarán con autonomías 100% eléctricas en el entorno de los 100 km.
Seguirán contando con mecánicas de combustión interna, pero asociadas siempre a motores eléctricos, y absolutamente «vigiladas» en lo tocante a sistemas anticontaminación. No en balde, tendrán que ser compatibles con la futura normativa anticontaminación Euro 7. Una Euro 7, que unida al objetivo de emisiones medias de CO2 de 47,5 g/km para 2030 por parte de la UE, relega a un papel secundario a los vehículos de combustión interna. Para más inri, la Euro 7 encarecerá de forma muy sustancial el precio de compra de los coches que aún queden en venta.
Sí, estamos en la década de la extinción masiva de la tecnología con la que el automóvil moderno nació en el año 1886. El futuro son las cero emisiones, nos guste o no.
Fotos del actual Volkswagen Golf