Renault ha dado un giro de 180 grados a su estrategia a largo plazo tras la llegada de Luca de Meo a los mandos de la empresa. En vez de dar la espalda a su pasado ha decidido traer de vuelta a varios de los iconos de su larga historia. La empresa espera que para el año 2030 el 90% de sus coches vendidos sean 100% eléctricos, y para atraer a clientes hacia sus eléctricos, han decidido sacar del descanso eterno a los Renault 4 y Renault 5. No obstante, podría ser que el retorno del Renault 4 no fuera tal y como nos lo imaginábamos.
Hasta la fecha, solo conocemos un Renault 5 eléctrico, un prototipo que anticipa un utilitario eléctrico de corte asequible. Un coche que no llegaría hasta el año 2022, y que se convertiría en el reemplazo efectivo del Renault Zoe – cuyo ciclo de vida comercial terminará en unos tres o cuatro años. El objetivo del Renault 5 eléctrico es democratizar los coches eléctricos, y su precio objetivo está por debajo de los 25.000 euros, suponiendo que los costes de las materias primas lo permiten. Será un producto de posicionamiento muy terrenal.
Renault 5
Fotos del Renault 4 clásico
No obstante, Renault también ha prometido el retorno del mítico «cuatro latas». Llamado Renault 4ever, muchos expertos coincidían en situarlo en el entorno de los 20.000 euros. Otros lo han clasificado como un crossover de bajo coste con un fuerte componente práctico, en claro paralelismo espiritual con su antecesor clásico. Entre los factores que contribuirían a su menor coste estarían una tecnología de baterías basadas en el fosfato férrico de litio, y el uso de la plataforma modular CMF-BEV, ideada para coches eléctricos de pequeñas dimensiones.
Esta última afirmación seguirá siendo cierta, pero según Autocar, el Renault 4ever no tendrá un posicionamiento tan básico y low-cost. Según conversaciones con Luca de Meo, se ha confirmado que el 4ever será el primo crossover del Renault 5, y a consecuencia de ello, será más caro que el Renault 5. No debería llegar a los 30.000 euros, pero desde luego, se aleja mucho de la filosofía de su antecesor. No obstante, con este sí compartirá rasgos de diseño, como una característica calandra, así como algunas de sus proporciones y detalles estéticos.
La plataforma CMF-BEV también servirá de base a un vehículo industrial eléctrico, que muchos ya se atrevían a llamar Renault 4F – especialmente tras vislumbrar una silueta similar en la presentación estratégica «Electropop» que Luca de Meo protagonizó hace unos meses. Sea como fuere, la ofensiva eléctrica de Renault, y su éxito, dependen de la construcción de una «gigafábrica» de baterías en Douai (Francia) – así como de su capacidad operativa y su capacidad técnica de reducir el coste del kWh hasta los 75 euros para el año 2030.
Fotos del Renault 5 eléctrico