Ya os lo veníamos avisando desde hace meses. La actual moratoria de aplicación del protocolo WLTP como referencia para el cálculo del Impuesto de Matriculación está a punto de acabar. Y a causa de ello, el precio de muchos coches nuevos aumentará de forma considerable a partir del próximo año. En estos momentos el Impuesto de Matriculación se calcula tomando como base las cifras de emisiones NEDC, y a partir de enero se usará el más estricto y realista WLTP. GANVAM quiere amortiguar el efecto de este encarecimiento repentino en el precio de miles de coche.
Según los cálculos de GANVAM, el cambio de ciclo de homologación hace que las emisiones homologadas de CO2 de los coches aumenten entre un 20 y un 30% en promedio. Un aumento lógico, a tenor de lo desfasado y poco realista que era el NEDC. Usando como base el NEDC, más de la mitad de los coches vendidos conseguían zafarse de pagar el Impuesto de Matriculación, teniendo unas emisiones homologadas iguales o inferiores a los 120 g/km. Estos coches al límite de los 120 g/km de CO2 serán los que más sufran el paso al ciclo WLTP.
La patronal de los fabricantes y vendedores de coches afirma que el 48% del mercado total de coches subirá de tramo en el Impuesto de Matriculación e incrementará su precio, en media, un 5%. En algunos casos, el incremento de precio podría ser del 10%, superando los 1.000 euros según el coche en cuestión. Este incremento de precio llevaba anunciado cerca de dos años y era completamente esperable, fruto de la lógica tras el WLTP, que por fin da la espalda a un NEDC que subestima en proporciones escandalosas las emisiones reales de los coches nuevos.
Los fabricantes de coches, dicho sea de paso, han sido los primeros en aprovechar las debilidades del NEDC para homologar consumos que en la realidad, eran imposibles de lograr. Si a la llegada del WLTP sumamos la pujanza de las carrocerías tipo SUV/crossover, el incremento de emisiones en los coches nuevos no solo se materializa, si no que resulta francamente preocupante. Por una parte, entiendo la postura de GANVAM: temen que esto redunde en más caídas de ventas, unidas a la ya difícil situación económica del sector, provocada por la pandemia del Covid-19.
Pero por otra parte, este aumento del Impuesto de Matriculación priorizará las ventas de los vehículos realmente eficientes, y no solo las de los que pretenden serlo. Es, en definitiva, un espaldarazo más a la electrificación de nuestro parque móvil, enmarcada en un escenario global de reducción de emisiones al que España no puede ser un país ajeno. En cualquier caso, GANVAM pide una enmienda al Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2021, solicitando una reforma del Impuesto de Matriculación, con aumentos de la «nota de corte» de emisiones de CO2.
Solicitan que el límite exento para el pago del I.M. aumente de 120 g/km a 135 g/km, y que ese aumento de 15 g/km, sea aplicable a todos los tramos del Impuesto. El tramo del 4,75% pasaría a ir de los 135 g/km a los 175 g/km, el del 9,75% de los 175 g/km a los 215 g/km, y el tramo del 14,75%, a partir de 215 g/km. Aunque hay un gran consenso en el sector para pedir esta reforma, y el efecto sobre la actual estructura impositiva sería nulo, su eliminación reduciría la recaudación del Impuesto en muchos millones de euros en 2021. Que la voz del sector sea escuchada estará, en última instancia, en manos del Congreso.
Fuente: Europa Press