Con el precio de los combustibles batiendo récords, ha llegado el momento de plantearse ciertos cambios de hábitos para reducir el coste de llenar el depósito de nuestro coche. Tengamos un coche diésel o gasolina, reducir el coste de cada viaje es posible si buscamos las gasolineras más baratas que hay en España, y es ahí donde entran en escena las gasolineras Low Cost, una alternativa a las gasolineras de toda la vida que hoy vamos a analizar para descubrir si hacen honor a las dudas y miedos que generan. ¿Merece la pena repostar gasolina Low Cost? Vamos a averiguarlo.
El dilema sobre repostar en una gasolinera tradicional (Repsol, Cepsa, Galp, BP, etc.) o hacerlo en sus alternativas más baratas y menos conocidas (hipermercados, independientes, estaciones desatendidas, etc.), ha estado sobre la mesa desde hace muchos años. Pero fue en el año 2013 cuando comenzó la expansión de las consideradas como gasolineras Low Cost en pos de ofrecer a los clientes una mayor competencia entre estaciones; y por lo tanto unos precios más ventajosos. No hay que olvidar que la «sospecha» de oligopolio y pacto de precios siempre se ha cernido sobre las grandes petroleras.
Lo primero que debemos tener en cuenta a la hora de valorar la calidad del combustible que repostamos, es el hecho de que la base del combustible es la misma para todas las gasolineras españolas. Exolum (también denominada como CLH o Compañía Logística de Hidrocarburos), es la encargada de suministrar los combustibles que consumimos en España, haciéndolo por igual a todas las estaciones de servicio que operan en nuestro país. El combustible en origen proviene de BP, Repsol y Cepsa, por lo que el gasóleo o gasolina que repostamos en cualquier surtidor parte de un origen común, cumpliendo los requisitios mínimos legales que marca la Unión Europea en tanto a calidad y su composición, algo que de hecho podemos comprobar a través del etiquetado de combustibles vigente desde octubre de 2018.
¿Por qué es más barato el combustible Low Cost?
Por lo tanto, ¿dónde está la diferencia entre un combustible «normal» y uno Low Cost? Este es sin duda el quid de la cuestión, pues si partimos de un combustible común para todas las gasolineras, las diferencias se concentran en los aditivos que añaden a esos combustibles. Es ahí donde residen las promesas de mayor rendimiento, menor consumo, mejor limpieza, etc. Cada marca añade sus propios aditivos al combustible en pos de comercializar su propia fórmula, haciéndolo bajo unas características con las que asegura mayores cualidades que el combustible que ofrece la competencia. Estos aditivos son casi que una fórmula secreta, pero a grandes rasgos buscan mejorar la quema del combustible para así reducir el consumo de carburante, conseguir extraer la máxima potencia del motor, rebajar las emisiones contaminantes y alargar la vida de la mecánica gracias a una menor generación de residuos.
Si bien cada firma se vanagloria de las cualidades de sus combustibles, la realidad es que las supuestas mejoras que ofrecen estos aditivios no solo son difícilmente demostrables, sino que además obligan a un tiempo de uso elevado para intentar conseguir esas mejoras, sin olvidar por supuesto que añade un mayor coste del combustible. Esta diferencia entre marcas también se produce entre los propios combustibles ofertados por una estación de servicio, pudiendo encontrar como ejemplo la disponibilidad de diésel y diésel premium, significando el último una supuesta mayor cantidad de aditivos, aunque también un coste superior.
Pero el menor precio de las gasolineras Low Cost no reside únicamente en los aditivos o la investigación que hay detrás de ellos, sino en otros factores que son muy importantes para crear el precio del gasoil o gasolina que pagamos en España. Teniendo en cuenta que en la actualidad, el 55% de la gasolina y el 50% del diésel son impuestos, el resto del precio tiene que ver con los costes de producción, transporte, márgenes, etc. Por lo tanto, la gasolina Low Cost consigue abaratar su precio ahorrando en aspectos como la publicidad, el personal (cada vez son más habituales las estaciones desatendidas), los propios márgenes de beneficio o la investigación. De hecho, dentro de las gasolineras Low Cost hay que mencionar especialmente a las gasolineras de hipermercado, estaciones de servicio que se sirven del reclamo de precios de combustibles muy económicos, para así atraer a compradores mediante ofertas, promociones o afiliaciones.
¿Existen las averías por repostar combustible Low Cost?
No, las averías directamente relacionadas por el uso de un combustible barato no existen. Sin embargo, es justo señalar que las estaciones de servicio Low Cost suelen prescindir de gasolina de 98 octanos y diésel premium, combustibles que son recomendados por ciertos fabricantes dado el mayor octanaje en el caso de la gasolina, o el mayor índice de cetano en el caso del diésel. Esto también afecta a la composición del combustible, pues la presencia de etanol o biodiésel también puede variar según la gasolinera donde repostemos, por lo que debemos fijarnos muy bien si nuestro coche es compatible. Por consiguiente, repostar combustibles que no cumplen con las recomendaciones del fabricante sí es sinónimo de avería, pero eso no tiene nada que ver con el precio o la marca del combustible.
Los verdaderos problemas que podemos encontrarnos en estaciones de servicio, sean o no Low Cost, tienen que ver con la limpieza de los sistemas de suministro (filtros o canalizaciones), los tanques de almacenamiento del combustible o la posible manipulación de los surtidores. Aunque este tipo de incidencias no son comunes, existen, pudiendo provocar averías en nuestro motor por culpa de la presencia deresiduos o agua en el combustible que hemos repostado. En el caso de la manipulación de los surtidores, esta tiene como objetivo que paguemos de más, pero debemos recordar que cada estación de servicio está obligada a realizar controles periódicos a los surtidores, pudiendo además solocitar nosotros mismos una comprobación en caso de tener alguna sospecha.