Hace unas semanas conocíamos los ambiciosos planes del Gobierno español, que presentaba el borrador de la Ley de Transición Energética y Cambio Climático, con la que el Gobierno pretende revolucionar el marco de la movilidad personal. Ahora el ejecutivo da un paso atrás, abandonando una de sus propuestas más polémicas.
El avance del coche eléctrico parece a estas alturas imparable. Tanto fabricantes de automóviles como administraciones parecen remar en la misma dirección, la de la llegada del coche eléctrico como «salvador» de una industria, la del automóvil, que ha tenido que cuestionar sus principios y sus bases para poder seguir avanzando.
El Gobierno español lo tiene claro: quiere que el parque automovilístico nacional cambie radicalmente su posición en los años venideros, acogiendo al vehículo eléctrico como único camino a seguir. Para ello presentó una propuesta que rápidamente levantó ampollas: imponer elevadísimas sanciones a todas las gasolineras que no incorporaran un punto de carga de vehículo eléctrico en los 21 meses posteriores a la aprobación de la nueva normativa.
Imágenes de uno de los coches eléctricos más populares, el Nissan LEAF:
Dentro de su plan para desplegar una infraestructura de puntos de recarga para coche eléctrico competente, el ejecutivo decidió obligar «por las malas» a las gasolineras que vendiesen más de 5 millones de litros anuales a acometer una inversión cercana a los 100.000€ para instalar al menos un cargador semirápido -de 22 kW- en sus instalaciones. Las reacciones en contra por parte del sector de los combustibles, como no podía ser de otra manera, no se hicieron esperar.
Hoy conocemos que el ejecutivo ha remitido la versión final de esta nueva ley, y en ella se ha desechado la idea de las sanciones económicas a las gasolineras, sanciones que podían alcanzar, según los primeros borradores, los 30 millones de euros. La patronal de gasolineras Aevecar ya ha expresado su alegría tras comprobar la retirada de las sanciones.
No sólo se han retirado las sanciones económicas del texto, sino que también han desaparecido los plazos establecidos en el tiempo para la instalación de los puntos de carga, limitándose ahora a expresar «la obligatoriedad» de la instalación de los puntos de carga en las gasolineras que vendan más de 5 millones de litros de combustible.
Fuente: EFE