El fabricante chino Geely ha anunciado esta mañana – según informa Autocar – la compra del 49,9% de las acciones del fabricante malayo Proton, perteneciente al conglomerado industrial asiático DRB-Hicom. Proton es una marca limitada a mercados asiáticos, aunque ha vendido sus coches en Reino Unido. Al borde de la suspensión de pagos, ha sido rescatada por Geely, que se ha hecho con el control del 49,9% de sus participaciones. En esta compra, también ha obtenido el control completo de Lotus Cars, perteneciente a Proton. ¿Qué implicaciones tiene esto para un fabricante tan pequeño como Lotus?
Por lo que se ha podido saber, hay motivos para el júbilo en Lotus, pero vayamos por partes. En primer lugar, la inversión de Geely en Proton permitirá a los malayos sanear sus cuentas, así como acceder a las plataformas de Geely. Además de sinergias en cuanto a la investigación y desarrollo de nuevos vehículos, Geely podrá acceder a los valiosos mercados del sudeste asiático, con un gran potencial de crecimiento y donde Proton es una marca reputada. Recordemos que Geely ya hizo algo parecido hace años con Volvo, que revitalizó al completo tras su compra a Ford Motor Company.
Volvo se encontraba en pérdidas, sus ventas estaban en caída libre, y Ford quería deshacerse de ella a toda costa. En lugar de dejarla caer y desaparecer – como General Motors hizo con Saab, desaparecida y desgraciadamente olvidada – reflotaron sus finanzas e invirtieron recursos, que Volvo usó para el desarrollo de una nueva familia de motores y plataformas. Actualmente Volvo está dando pingües beneficios, además de fabricando coches en China para el mercado local. Geely también se ha beneficiado de estas plataformas, y está a punto de lanzar la marca Lynk & Co., enfocada a coches eléctricos y autónomos, articulados con tecnología de Volvo.
Geely también posee ahora la propiedad y el control de Lotus – que dicho sea de paso, dio beneficios en 2016, tras ser históricamente deficitaria. Las buenas noticias son que Geely no desea interferir en el management de Lotus, pero les apoyará económicamente para que puedan desarrollar una nueva gama de productos y tecnologías. Algo parecido a lo que han hecho con Volvo, que ha retenido su fuerte carácter sueco. Lotus es una marca con potencial, y con una buena inyección económica será capaz de lanzar nuevos productos, e incluso aventurarse en segmentos de mercado hasta ahora inexplorados.
Además de fabricar coches deportivos – vendieron algo menos de 1.600 unidades en 2016 – Lotus también posee una firma de ingeniería, que ha colaborado en el desarrollo de vehículos de otros fabricantes, así como en la fabricación de todo tipo de productos. Este movimiento amplía aún más el alcance global de Geely, también propietaria de la London Taxi Company, fabricante de los clásicos taxis de Londres. Geely comenzó su andadura empresarial en 1982, fabricando neveras. Desde 2002 fabrica coches, y desde su compra de Volvo en 2010, ha multiplicado sus ingresos y proyección internacional. Creo que Lotus está en buenas manos.
Fuente: FT