Según diversos analistas, General Motors perderá entre 8.000 y 10.000 dólares en cada Chevrolet Bolt vendido en Estados Unidos. Ya que es fabricado en Estados Unidos junto al Bolt, el Opel Ampera-e sufrirá el mismo destino. No es ningún secreto que muy pocos coches eléctricos son rentables para sus fabricantes. Tesla ha entrado en beneficios hace apenas meses, y se estima que FCA pierde más de 13.000 euros en cada Fiat 500e que vende en California, estado americano que juega en todo esto un rol clave. Os explico.
La CARB (California Air Resources Board) impone a los fabricantes que quieran vender cierto volumen de coches en su estado, que en torno a un 3% de sus ventas sean vehículos de cero emisiones. De lo contrario, no podrían vender el resto de vehículos, los que de verdad les dan de comer. Las cuotas de leasing de los eléctricos son casi regaladas en California: sus fabricantes deben vender sus coches para poder seguir en negocio en uno de los estados más ricos y boyantes de la unión estadounidense.
Al mismo tiempo, EE.UU. ofrece a los compradores descuentos – en forma de deducciones en sus impuestos – de hasta 7.500 dólares en la compra de vehículos eléctricos, y a sus fabricantes, beneficios fiscales. Es uno de los motivos por los que fabricantes como Tesla, han logrado obtener beneficios vendiendo sus vehículos a pérdida. Es una obviedad. Hoy por hoy, los eléctricos siguen siendo caros para gran parte del público, pero sus precios comienzan a alinearse con las expectativas de algunos consumidores.
Los fabricantes, especialmente los que aún no han alcanzado un volumen de producción suficiente para cubrir los costes de producción – a mayor producción, menor coste unitario, gracias a la disminución de los costes de estructura – deben comenzar vendiendo sus vehículos a pérdida. No sería posible vender un Opel Ampera-e a casi 50.000 euros. Se cree que en los próximos 10 años la producción y venta de coches eléctricos se multiplicará en varias ocasiones, pasando de ser vehículos de nicho a una opción generalista.
Hoy por hoy, General Motors también tiene un objetivo claro con sus Chevrolet Bolt/Opel Ampera-e. Y ese objetivo se llama Tesla Model 3. Antes de siquiera haberse puesto a la venta ya se han reservado cerca de 400.000 unidades. Tendrá un precio de unos 37.500 euros, muy similar o ligeramente superior al eléctrico de Detroit. GM quiere arrebatar a Tesla parte de esas reservas. Tesla no podrá vender su coche hasta 2018, mientras que en un par de meses, el de General Motors ya estará en las calles.
Es una oportunidad que los de Detroit no pueden dejar pasar, y como se ve, no lo están haciendo. El Tesla Model 3 ha infundido verdadero pánico a la industria tradicional del automóvil, que literalmente se ha puesto las pilas lo más rápido que ha podido. ¿Y sabéis quién gana con toda esta competencia y afán de superación? El cliente final, que verá por fin reducirse el precio de los eléctricos, por fin con autonomías que no comprometen su utilización diaria, e incluso posibilitan algunos viajes más largos.
Fuente: Bloomberg
En Diariomotor: