Una vez más, la imposición de peajes en todas las autovías regresa al debate público. Si nos atenemos a los titulares que, desde ayer, destacan en toda la prensa nacional, la impresión que podríamos recibir es la de que el Gobierno ha avanzado en su plan para imponer nuevos peajes y que estos estarían, ahora, más cerca que nunca de imponerse en las carreteras españolas.
La buena noticia es que estos días no se ha producido ningún movimiento reseñable para introducir los peajes.
La mala noticia es que, salvo sorpresa, las autovías españolas comenzarán a ser de pago, con algún tipo de tarificación por uso – que podrían ser peajes, viñetas, o el sistema que se estime oportuno – en algún momento, en los próximos años.
El melón de imponer peajes en todas las autovías
La decisión de imponer algún tipo de pago por uso en todas las autovías ya se ha tomado. Y aunque no se haya decidido cómo, ni cuándo, se introducirá ese pago por uso, sería una sorpresa que este plan no se lleve a cabo. La decisión la tomó en el Gobierno al presentar su Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que ha permitido el desbloqueo y la transferencia de los fondos de la Unión Europea (Next Generation EU), destinados a proyectos más concretos, relacionados con la agenda urbana rural, la transición energética, o la digitalización de la industria.
La transferencia de fondos se ha ido realizando progresivamente, en base al cumplimiento de unos hitos, registrados inicialmente en el Plan y, posteriormente, revisados periódicamente.
En el apartado de la sostenibilidad del transporte por carretera y las infraestructuras sostenibles, el documento incluía que:
es preciso desarrollar un sistema de pago por uso de la red de vías de alta capacidad que permita cubrir los costes de mantenimiento e integrar las externalidades negativas del transporte por carretera como sucede en el resto de infraestructuras
El cumplimiento de esta medida, de la implantación del pago por uso en las autovías, condicionará la recepción de nuevos fondos europeos. De ahí que afirmemos que, salvo sorpresa, y sin que sepamos aún cuándo, ni cómo, en algún momento de los próximos años debería implantarse esta medida. Sobre todo si tenemos en cuenta que la sostenibilidad del mantenimiento de las carreteras es uno de los compromisos contraídos con la Unión Europea más importantes, junto con otras medidas de calado, como la reforma del sistema público de pensiones para garantizar su «sostenibilidad a largo plazo».
Por si no fuera poco, el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia abría la puerta a otra medida no menos polémica, la «implementación de planes de movilidad pago por uso urbana», que podría dar cobertura a planes locales que introduzcan, así como ya está sucediendo en ciudades como Londres, algún tipo de peaje para acceder al centro de las grandes ciudades.
¿Qué novedad se ha producido estos días al respecto de los peajes?
Como decíamos al inicio de este artículo, en los últimos días el Gobierno no ha dado ningún paso adelante respecto a la introducción de peajes en las autovías españolas. En estos momentos el Gobierno mantiene paralizado este plan, entre otras razones por la falta de consenso político. El Gobierno encargó el estudio de la introducción del «pago por uso de la red de vías de alta capacidad» que, como os decíamos, aún no ha sido definido – podría introducirse mediante peajes al uso, viñeta, o cualquier otro método que se estime oportuno – a la empresa pública INECO (Ingeniería y Economía del Transporte), dedicada a ingeniería y consultoría y dependiente del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.
En el proceso de elaboración de ese estudio, INECO ha contratado los servicios externos de KPMG Abogados para «asistir a INECO en el desarrollo de determinadas actividades y tareas en el marco del estudio de alternativas para el establecimiento de un nuevo sistema de financiación de la red de carreteras del Estado y la determinación de las necesidades para su diseño e implantación», tal y como publicaba El Confidencial este martes.
Seguiremos muy atentos a las novedades que lleguen al respecto de esta medida que, sin duda, ha generado especial atención y preocupación entre los conductores.