El Felicity Ace era el carguero al que se le había encomendado la misión de enviar casi 4.000 vehículos del Grupo Volkswagen a Estados Unidos. Sin embargo, la tarea se truncó después de que se produjese un incendio que obligó a la tripulación a abandonar el barco. Afortunadamente no hay que lamentar ningún herido, pero los peores miedos del Grupo Volkswagen se hacen realidad después de comprobar que prácticamente ninguno de los coches a bordo se ha salvado, lo que implica unos costes aproximados de 135 millones de dólares.
Y es que fue hace unos pocos días cuando os hablábamos de la posibilidad de que los últimos Lamborghini Aventador se hubieran convertido en pasto de las llamas. Según informa Automotive News, quien ha podido hablar directamente con el Grupo Volkswagen, sus sospechas de que la gran mayoría de vehículos han ardido hasta sufrir daños irreparables son certeras, entre los que se encuentra el superdeportivo italiano.
Los casi 4.000 coches del Grupo Volkswagen irreparables, entre los que se encuentran Lamborghini, Porsche y Bentley
Además de varios Volkswagen y Audi, el mayor grueso de vehículos que se encontraba a bordo del Felicity Ace pertenecían a Bentley, Porsche y Lamborghini. Con todo ello, la suma de daños totales asciende considerablemente, además de obligar, a la firma italiana a abrir de nuevo las rotativas del Aventador para suplir las pérdidas ocasiones en el incendio y hacerles llegar a sus clientes el coche que habían comprado.
Aunque bien es cierto que se baraja la posibilidad de hacerles ser los primeros en conseguir al sucesor del Lamborghini Aventador. Sea como fuere, la mayor parte de los 3.965 coches que estaban en alta mar requieren de una solución, ya que no es posible repararlos y sería necesario fabricarlos de nuevo u ofrecer una compensación económica a aquellos que estaban aguardando su llegada.
Mientras tanto, tanto las filiales afectadas como sus correspondientes concesionarios han informado a los clientes de lo sucedido. De momento, el Grupo Volkswagen ha indicado que los daños causados a los vehículos están cubiertos por el seguro, pero que están trabajando en una solución para sus clientes.
Aún se están investigando las causas del incendio, pero que la carga fuesen vehículos eléctricos y de combustión ayudó considerablemente a avivar el fuego. Además del ya mencionado Aventador, a bordo también se encontraban las primeras unidades del nuevo Porsche Cayman GT4 RS, las cuales ponían rumbo a reunirse con sus propietarios en Estados Unidos.
Más allá de los deportivos y superdeportivos, varias unidades de los Volkswagen ID.4, Audi e-tron GT, Audi e-tron y Porsche Taycan se encontraban a bordo. Todos ellos coches eléctricos animados por baterías de iones de litio, las cuales, en caso de incendiarse, resultan más difíciles de apagar respecto a un coche de combustión al uso.
Daños que ascienden a millones de dólares
135 millones de euros es lo que puede haber costado aproximadamente este accidente, e incluso más una vez que se contabilicen de manera fehaciente los daños ocasionados. Mientras tanto, también se siguen investigando las causas del incendio que se originó el pasado 16 de febrero.
Concretamente, fue a más de 1.500 kilómetros de la costa de Portugal cuando se comunicó el fuego en el barco, provocando que las 22 personas que conformaban la tripulación abandonasen el Felicity Ace, afortunadamente, sanos y salvos.
A día de hoy el fuego ya se ha extinguido por completo, lo que ha permitido que se de pie a las primeras investigaciones y análisis de daños. Mientras tanto, el Grupo Volkswagen ha comunicado que en cuanto tengan más datos sobre lo sucedido lo harán saber.