El diésel sigue en el punto de mira de los legisladores europeos y de medio mundo. Tras el infame Dieselgate, las gamas de prácticamente todos los fabricantes de vehículos han sido escuadriñadas, con el objetivo de detectar cualquier tipo de irregularidad. El diésel se ha convertido en un arma arrojadiza para partidos políticos y ayuntamientos, una especie de enemigo común y un pretexto con el que legislar restricciones a la circulación o el aparcamiento. Mercedes y el Grupo Volkswagen quieren salvaguardar la imagen de sus motorizaciones y han anunciado un ambicioso plan de llamadas a revisión voluntarias.
Grosso modo, el objetivo de esta llamada a revisión voluntaria es reducir aún más las emisiones de ciertas motorizaciones diésel. Son motorizaciones diésel actualmente legales y sin problemas de homologación, pero en algunos casos cuestionadas por sus elevadas emisiones reales. En el caso del Grupo Volkswagen, afectará a unos 850.000 vehículos en todo el mundo, y en el caso de Daimler, hablamos de unos 3 millones de vehículos, como ya os contábamos hace unos días. Como os decía, no sólo es una inversión en imagen, es un seguro para las inversiones en tecnología diésel de ambos fabricantes alemanes.
Uno de los motivos de estas llamadas a revisión ha sido la presión política, especialmente en su mercado doméstico. Varios políticos alemanes se han postulado como enemigos de las motorizaciones diésel en sus campañas electorales, exigiendo controles mucho más estrictos e incluso su prohibición en centros urbanos. No es el mejor escenario cuando tus gamas de vehículos están fuertemente dieselizadas. Tanto el Grupo Volkswagen como Daimler han desarrollado recientemente nuevas motorizaciones diésel, como los V6 TDI mild-hybrid del nuevo Audi A8 o los nuevos OM 654 de cuatro cilindros en el caso de Daimler.
¿Qué motorizaciones están afectadas por esta llamada a revisión?
En el caso de Daimler, ya os lo hemos contado en un artículo a fondo: comenzó con los motores turbodiésel de 1,5 litros desarrollados junto a Renault, presentes en la gama de vehículos compactos de Mercedes – los Mercedes Clase A, Mercedes Clase B, Mercedes GLA y Mercedes CLA – y se extendió a los Mercedes Clase V. Ahora se extiende a la práctica totalidad de diésel comercializados en Europa bajo las normativas Euro 5 y Euro 6. En el caso del Grupo Volkswagen, se trata de propulsores 3.0 V6 TDI y V8 TDI – presentes en coches como el Porsche Macan o el Audi Q7 – ya conformes con las normativas de emisiones Euro 5 y Euro 6.
En este último caso, las compañías afectadas en el Grupo Volkswagen son la propia Volkswagen, Audi y Porsche, todas las que poseen diésel de seis y ocho cilindros, fundamentalmente. SEAT y Skoda son excluidas por carecer de este tipo de motorizaciones. Esta llamada a revisión no está relacionada con las llamadas a revisión de hace un año de los famosos EA189 de cuatro cilindros. Hablamos de propulsores en los que no hay presente ningún dispositivo ilegal de anulación de emisiones, sólo se busca reducir aún más sus emisiones en condiciones reales de circulación.
¿En qué consiste la llamada a revisión? ¿Se reemplazarán piezas de mi coche?
La llamada a revisión consiste en una revisión del software de control electrónico del motor, que también afectará a los sistemas anticontaminación de los vehículos. Mediante una modificación de los parámetros de funcionamiento de los propulsores, se logra una combustión más limpia, especialmente en un uso urbano. No debería afectar a la respuesta de los motores, o debería afectar de forma muy poco perceptible. Las marcas aseguran que sus motores seguirán funcionando correctamente, y que sus consumos no deberían variar. Se espera que sean modificaciones electrónicas de mucha menor envergadura que las de los famosos EA189.
El Grupo Volkswagen reconoce que las investigaciones de la Autoridad Federal Alemana de Transportes (KBA) iniciadas en 2016 aún no han concluido. Si hay consecuencias, desarrollarán un nuevo paquete de soluciones técnicas para los vehículos afectados.
¿Debería someterme a esta llamada a revisión?
Tú decides. Es una llamada a revisión voluntaria, que los fabricantes recomiendan, pero en el fondo voluntaria y por supuesto, gratuita para el cliente final del coche – al igual que la gran llamada a revisión de los motores EA189. Las marcas juran y perjuran que la fiabilidad de los propulsores está asegurada, y que el nivel de consumos no debería variar. No obstante, si aún tienes dudas, no te sometas a estas revisiones voluntarias. No tendrás problemas en ninguna ITV y tu coche funcionará con normalidad.