ESPACIOS
Cerrar CERRAR
Actualidad

2 MIN

La Harley Davidson Low Rider S es un homenaje en clave clásica a la herencia de la marca con un motor de casi 1.9 litros de cubicaje

Además de lanzar la Harley-Davidson LiveWire, la primera moto eléctrica de la marca, y presentarnos sus propuestas para el segmento naked y trail, los de Milwaukee refuerzan también la base más clásica de la marca con la Harley-Davidson Low Rider S, presentándonos una cruiser que parte del chasis Softail para ofrecer una estética muy californiana y un voluminoso motor de cerca de 1.9 litros de cubicaje.

La Harley-Davidson Low Rider S bebe de un diseño muy clásico

Model Year 2020 Asset Capture Photography. International Only

Con una parte trasera baja y un frontal con mucha fuerza, con una pequeña cúpula y un manillar alto, la Harley-Davidson Low Rider S nos propone un estilo muy clásico del que buena cuenta da también su depósito de 19 litros, aportando el toque moderno la línea de escape, sus llantas de 19 pulgadas al frente y 16 pulgadas en la parte trasera o la presencia de su horquilla invertida.

En la parte ciclo además de la horquilla invertida, de 43 mm, destaca el doble disco delantero de 300mm, corriendo a cargo de la suspensión trasera un monoamortiguador con ajuste hidráulico en precarga.

El motor de 1.868cc de la Harley-Davison Low Rider S tiene una potencia de 93 CV

Model Year 2020 Asset Capture Photography.

En cuanto a su motor la Low Rider S cuenta con un bloque V-Twin de 1.868cc, el Milwaukee-Eight 114, con una potencia de 93 CV a 5.020 rpm y un par de 155 Nm para un conjunto que sobre la báscula arroja un peso de 295 kg.

Disponible en negro o plateado la Harley-Davidson Low Rider S tiene un precio de 21.600 euros, un importe que debemos poner en contexto con los 17.900 euros de la Low Rider “normal”, los 20.100 euros de la Sport Glide o los 24.200 euros de la FXDR.

Dame tu opinión sobre este artículo

Ni fu, ni fa
Me ha gustado
¡Muy bueno!

Mario Herraiz

Apasionado del motor, llevo sobre ruedas desde que a los 14 años me monté encima de una moto. Después llegaron los coches, la afición por la fotografía y más tarde el periodismo y con ello la posibilidad de convertir mi pasión en trabajo. Seguir leyendo...

Cargando...