Harley nos anunció el año pasado la llegada de un nuevo modelo denominado Sportster S a su gama, si es cierto que no es una moto para los más puristas de la marca americana puesto que viene cargada con una gran cantidad de avances tecnológicos y una estética rompedora con una mezcla de aires provenientes de los estilos bobber y flat-track.
Este modelo incorpora el nuevo motor denominado Revolution Max 1250T el cual es una bestia con respecto a las motorizaciones que la marca de Milwaukee disponía hasta hace poco con las increíbles cifras de 122 cv y 127 nm a tan solo 6.000 rpm, lo que le hace un motor muy temperamental desde abajo pero a la vez con una entrega de potencia muy lineal.
En esta moto es casi todo nuevo incluido el chasis que es algo diferente a lo acostumbrado siendo el propulsor una parte de él para darle rigidez y manejabilidad al conjunto, siendo una especie de subchasis delantero unido a otro central y al trasero. Las líneas de escape terminan en la parte derecha superior lo que le da ese aire de moto de flat-track, el depósito se nos hace un poco escaso con tan solo 11’7 litros lo que implica que con un peso de 227 kilos y unos consumos declarados de casi 5 litros su fuerte no será una larga autonomía. El asiento lo tenemos situado a tan solo 755 mm del suelo lo que la hace una moto accesible a cualquier talla.
En la parte ciclo Harley ha optado por incorporar marcas de una gran calidad como por ejemplo Showa que firma las suspensiones con una horquilla invertida de 43 mm completamente regulable y un amortiguador trasero con depósito de gas separado y también regulable. La frenada está encargada a Brembo con un disco delantero de 320 mm y una pinza monobloque de anclaje radial mientras que atrás disponemos de un disco de 260 mm con una pinza de dos pistones. Llama muchísimo la atención las medidas de las ruedas siendo un 180 la trasera y un sorprendente neumático de 160 en el tren delantero, una auténtica salvajada.
El precio de partida de este modelo es de 17.500€ pudiendo ascender a lo que queramos si empezamos a incluir extras como en la mayoría de las motos del mercado.
