Hennessey Performance Engineering es un preparador afincado en Texas (EE.UU.) que nos tiene acostumbrados a todo tipo de creaciones de altos vuelos, especialmente orientadas a la potenciación extrema de sus motores. Aunque han creado un supercoche propio – el Hennessey F5 Venom – el grueso de sus ingresos siguen viniendo de preparaciones para coches del calibre del Chevrolet Camaro, Dodge Viper… o la nueva RAM TRX. Una pick-up extrema que han convertido en un «sensato» SUV familiar con siete plazas. Lo de sensato, con muchas, muchas comillas.
También han transformado a la pick-up en un vehículo 6×6, como han hecho con las Ford F-150 Raptor, apodadas VelociRaptor por la empresa texana. En esta ocasión no vamos a hablaros de la brutal pick-up de tres ejes, vamos a hablaros de una aproximación algo más conservadora. Partiendo de la pick-up, han cubierto la caja trasera, creando un pilar D, con superficie acristalada lateral y trasera. A nivel estético no hay un gran cambio, y lo cierto es que incluso parece una solución de aftermarket no muy afortunada.
No conocemos su habitáculo por imágenes, pero Hennessey afirma que incluye una tercera fila plegable de asientos, además de la sustitución de la segunda fila de asientos por dos butacones «tipo capitán». El resto de elementos mecánicos obedecen a la preparación Mammoth 1000 de Hennessey. Para empezar, el tren de rodaje ha sido reforzado y preparado para un mejor rendimiento fuera del asfalto: la altura libre al suelo aumenta en 2,5 pulgadas, se instalan neumáticos todoterreno de 35 pulgadas y una barra Panhard delantera más robusta.
El paragolpes delantero es de acero e incluye un cabrestante e iluminación LED, tanto con una barra frontal como con grupos ópticos laterales. A nivel de motor, la potencia del 6.2 V8 HEMI Supercharged pasa de los 707 CV de serie a unos tremendos 1.012 CV, acompañados de un torrente de par motor: 1.313 Nm. Esto permite un 0 a 96 km/h de solo 3,2 segundos, impresionante para un vehículo diseñado para salir del asfalto. El incremento de potencia es posible, principalmente, gracias a un compresor de 2,65 litros y una extensa reprogramación electrónica.
Además, Hennessey ha instalado un nuevo escape, una admisión de alto flujo, inyectores de mayor caudal y catalizadores deportivos, diseñados para que el escape del coche respire más adecuadamente. El precio de todo esto no es asequible, como seguramente sospechas: el precio de la conversión, incluyendo el vehículo de partida, es de 375.000 dólares.
Galería de fotos de la RAM TRX