Cada vez son más los conductores que, a la hora de renovar su coche, consideran un factor prioritario la búsqueda de una etiqueta medioambiental Cero Emisiones o, en su defecto, la etiqueta ECO. La oferta de coches con etiqueta ECO es bastante nutrida, incluyendo microhíbridos, híbridos completos, e incluso coches bifuel, que funcionan indistintamente con gasolina o gas licuado del petróleo, GLP (en algunos casos gas natural comprimido o GNC). La etiqueta Cero Emisiones la reciben los eléctricos y los híbridos enchufables.
La etiqueta medioambiental no debería ser, en ningún caso, la única razón que motive la elección de un coche y deberíamos ser muy conscientes de los beneficios, y los inconvenientes si los hubiera, de elegir un coche u otro.
Los híbridos enchufables son, a priori, una solución realmente interesante. No solo tienen etiqueta Cero Emisiones, sino que nos permiten abordar viajes de larga distancia sin una planificación previa de las paradas para recargar baterías y sin el temor a que la autonomía se nos agote, como podría suceder en un coche eléctrico, pero también nos facilitan hacer nuestros recorridos diarios sin gastar una gota de gasolina o con un consumo ínfimo de gasolina.
Ford Kuga, el híbrido enchufable más vendido en España
La cara y la cruz de este tipo de coches híbridos
Este tipo de híbridos me ha generado sentimientos encontrados, de amor y odio. Amor:
- Por el hecho de vencer a la ansiedad por la autonomía. Precisamente por el hecho de que siempre dispongamos de un motor de combustión interna que conseguirá que podamos seguir circulando cuando se agote la autonomía eléctrica, la energía almacenada en su batería. Y si no tenemos acceso a un punto de recarga, o tiempo para efectuar una recarga, siempre podemos rellenar su depósito de combustible para seguir circulando.
- Me gusta la idea de realizar un viaje de larga distancia sin tener que planificar las paradas para recargar baterías. En la práctica, un viaje en híbrido enchufable no debería ser muy diferente al realizado en cualquier coche con motor de combustión interna, como hasta ahora.
- A día de hoy los híbridos enchufables, a pesar de disponer de un motor de combustión interna, gozan de las mismas ventajas que un coche completamente eléctrico, por su etiqueta medioambiental Cero Emisiones.
Lynk&Co 01, uno de los híbridos enchufables más vendidos en España, solo superado por el Ford Kuga
Odio:
- A pesar de que este tipo de coches goza de los mismos beneficios que un coche eléctrico, no hay mecanismos para comprobar si te estas beneficiando de ellos circulando consumiendo gasolina (y por lo tanto emitiendo CO2 y otros gases contaminantes y de efecto invernadero) o en modo eléctrico. Podrías no recargar nunca tu híbrido enchufable y tener los mismos beneficios que con un eléctrico aunque, obviamente, esto no tendría ningún sentido y estarías desaprovechando lo mejor del híbrido enchufable.
- Las baterías suponen que sean más pesados, pero sobre todo más caros, que un híbrido convencional.
- Nos harán vivir «enganchados» a un enchufe si lo que queremos es aprovechar al máximo su capacidad eléctrica. Su autonomía eléctrica es limitada (la mayoría en el entorno de los 40 o 50 kilómetros) y eso hace que si queremos maximizar su empleo en modo eléctrico tengamos que estar continuamente recargándolos y ser muy dependientes de los puntos de recarga, empezando por el de nuestro hogar, en el que deberíamos enchufarlo cada vez que lo utilicemos. Aunque también viviremos con la tranquilidad de que, una vez agotada la batería, podremos seguir circulando durante los kilómetros que queramos empleando gasolina.
El peso de las baterías es, sin duda, un lastre, y algunos híbridos enchufables pueden alcanzar un consumo de combustible muy elevado cuando la carga de la batería está próxima a agotarse. Pero en este punto hemos preferido no generalizar. Porque nuestra experiencia nos ha revelado que cada híbrido enchufable es un mundo y algunos siguen ofreciendo unos consumos muy bajos, incluso funcionando en modo híbrido, con el motor de combustión interna encendido, y la carga de la batería a punto de agotarse.
El Mercedes GLC está disponible con motores híbridos enchufables diésel y gasolina
Territorio premium
Como os decíamos, la mayoría de los híbridos enchufables disponibles en el mercado gozan de autonomías eléctricas que, en el mejor de los casos, nos permitirán recorrer en el entorno de los 50 kilómetros sin gastar una gota de gasolina y, por supuesto, sin parar a recargar las baterías. El líder del mercado español (matriculaciones de 2023) en estos momentos, el Ford Kuga híbrido enchufable, goza de una autonomía (según homologación WLTP) de 66 kilómetros. Su más cercano perseguidor, el Lynk&Co 01, promete 69 kilómetros de autonomía.
Pero en los últimos años hemos visto cómo cada vez son más los coches híbridos que prometen autonomías eléctricas superiores y el entorno de los 100 kilómetros, eso sí, con una nueva generación de híbridos enchufables que, de momento, comprende a productos de enfoque premium y por lo tanto en un rango de precios muy elevado.
- El Mercedes GLC homologa una autonomía eléctrica de entre 112 y 128 kilómetros, según versiones y, lo que es aún más impresionante, está disponible en versiones híbridas enchufables que no solo disponen de motores de combustión interna de gasolina, sino también diésel.
- El BMW X1 xDrive30e no llega a esas cifras pero sí se queda en registros muy próximos, homologando 88 kilómetros de autonomía eléctrica.
- Desde China llega el más difícil todavía, el WEY Coffee 01 es un SUV premium de dimensiones generosas que supera a todo lo visto hasta estos momentos, alcanzando una autonomía eléctrica de 146 kilómetros.
- Algunos híbridos enchufables aún están lejos de los 100 kilómetros, pero sí que han conseguido quedarse un punto intermedio, entre la autonomía eléctrica más común en estos coches, y la de aquellos que superan los 100 kilómetros. Un buen ejemplo es el Toyota RAV-4 Plug-In Hybrid, que llega a los 75 kilómetros de autonomía en modo eléctrico.
WEY Coffee 01, un híbrido enchufable con cerca de 150 kilómetros de autonomía eléctrica
Híbridos con más de 100 kilómetros eléctricos generalistas
Hay diferentes razones por las cuales los fabricantes de coches habían apostado hasta ahora por lanzar coches híbridos enchufables con autonomías en el entorno de los 50 kilómetros. La primera, que el uso que se presupone a este tipo de coches, generalmente para el día a día y la ciudad, propicia que según la mayoría de estudios esos 50 kilómetros sean suficientes para recorrer los trayectos cotidianos en modo eléctrico o con un consumo de gasolina ínfimo. La segunda, que emplear baterías de mayor capacidad aumenta el peso, reduce la eficiencia y, sobre todo, implica un coste mayor. De ahí que la llegada de híbridos con más de 100 kilómetros de autonomía eléctrica haya comenzado en las gamas altas.
En el futuro, sin duda, veremos cómo comienzan a llegar a los concesionarios nuevos híbridos enchufables con más autonomía y que superan esa barrera de los 100 kilómetros. Ya sea por la llegada de marcas generalistas que opten por esa línea de producto y, por supuesto, también por la llegada de productos fabricados en China, donde algunas marcas locales ya están apostando por híbridos enchufables de gran autonomía.
Mazda MX-30 R-EV, un eléctrico con extensor de autonomía rotativo
Los eléctricos con extensores de autonomía
La barrera entre el híbrido enchufable y el eléctrico con extensor de autonomía parece desdibujarse. En tanto en cuanto han comenzado a proliferar híbridos que, independientemente de la capacidad de su batería y por ende su capacidad para recorrer kilómetros en modo eléctrico y sin consumir gasolina, son propulsados única y exclusivamente gracias a la acción del motor o los motores eléctricos. De manera que el motor de combustión interna emplea gasolina únicamente para recargar las baterías y, como su propio nombre indica, extender la autonomía eléctrica del vehículo.
En el futuro esa podría ser una de las vías que propicie la llegada al mercado de coches híbridos que se aproximen o superen los 100 kilómetros de autonomía.
Recientemente ya veíamos cómo Mazda anunciaba el regreso del motor rotativo. Y lo hacía con el lanzamiento de un Mazda MX-30 R-EV con una batería de 17,8 kWh, inusualmente grande para un híbrido enchufable, pero muy pequeña para un coche eléctrico, con un motor rotativo que lleva su autonomía total a los 680 kilómetros, pero también con una autonomía eléctrica que le permite recorrer 85 kilómetros (según WLTP) sin gastar una gota de gasolina y hasta 110 kilómetros en entornos exclusivamente urbanos.
El Toyota RAV4 en su versión híbrida enchufable llega a los 75 kilómetros de autonomía
Híbridos con más de 200 kilómetros de autonomía eléctrica
Los acontecimientos de los últimos años nos han podido llevar a pensar que el futuro del coche será completamente eléctrico, o no será. Pero no solo hay marcas que aún confían en la combustión interna, sino también marcas que, como Toyota, se han propuesto un paso intermedio entre los híbridos y los eléctricos, que será el de coches capaces de recorrer más de 200 kilómetros sin consumir una gota de gasolina.
Toyota aún no ha detallado exactamente en qué consiste su plan y si estos coches se parecerán más al Mazda MX-30 R-EV o a su Toyota RAV4 Plug-In Hybrid. Lo que sí se sabe es que los japoneses han visto una oportunidad de mercado en este tipo de coches, que con 200 kilómetros de autonomía eléctrica permitirían holgadamente cubrir en modo eléctrico la mayoría – por no decir todos – de los trayectos que hagamos en coche, que no requerirían ni tan siquiera de una recarga de baterías cada vez que los utilicemos para aprovechar al máximo su capacidad eléctrica y que solo requerirían de emplear el motor de combustión interna en viajes de muy larga distancia, si no queremos parar a recargar baterías.
