El Renault Captur es uno de los modelos más exitosos de cuantos haya comercializado la firma francesa en las últimas décadas. De fabricación estrictamente nacional, el pequeño B-SUV avanza ya por una segunda generación que, por cierto, está a punto de renovarse siguiendo así los pasos de su hermano pequeño, el Renault Clio. Con la electrificación por bandera, Renault ha tomado una drástica decisión que afecta no sólo al Captur, sino a su modelo compacto, el Renault Mégane… y es que ya no es posible comprar ningún Renault con mecánica híbrida enchufable. ¿Qué ha pasado?
Los híbridos enchufables parecían haberse convertido en la mejor alternativa para todos aquellos potenciales clientes que necesitaban un vehículo con el que realizar pocos kilómetros en el día a día pero, sin embargo, también un vehículo con el que poder realizar largos viajes sin ningún tipo de preocupación. De hecho, en algunas marcas el impacto de las mecánicas híbridas enchufables es muy notable en cuanto a volumen de ventas, un impacto que se hace patente especialmente entre los fabricantes premium.
Renault Captur
Renault lanzó la segunda generación del Captur en 2020, y lo hizo con una firme apuesta por la electrificación al ofrecer versiones tanto microhíbridas como híbridas completas, bien enchufables o bien convencionales. Siendo además uno de los B-SUV más vendidos del mercado, resulta muy complicado no encontrarse por la calle con algún Captur con algún tipo de hibridación, aunque los datos de ventas parecen no respaldar a la versión más completa -y cara- que, tras tres años en el mercado, ha desaparecido de la gama.
Ya no existen híbridos enchufables en Renault
Renault ha tomado la decisión de eliminar los híbridos enchufables de su gama, o lo que es lo mismo, borrar de su gama las opciones PHEV de Captur y Mégane. En la práctica, la desaparición de la versión híbrida enchufable del Captur deja a su primo-hermano el Mitsubishi ASX como única opción híbrida enchufable dentro del segmento B, lo que a su vez puede ponernos sobre la pista acerca de una tendencia que parece estar consolidándose: la de los usuarios que deciden dar el salto al coche eléctrico directamente, sin pasar por los híbridos enchufables como solución temporal.
Este movimiento también puede deberse a una inminente renovación del Captur, que recibirá en pocos meses un restyling como ya ha sucedido con el recientemente presentado Renault Clio. El Captur, de cualquier manera, sigue contando con una buena oferta de motores electrificados, ya que en la actualidad está disponible con motores microhíbridos e híbridos completos de 140 CV. Además, es posible hacerse con una variante GLP de 100 CV que representa la opción más económica para aquellos compradores que buscan un Captur con etiqueta ECO.
Por su parte, en el caso del Renault Mégane, la oferta mecánica se limita ahora a una versión de gasolina de 140 CV y otra diésel de 115 CV, amén de una variante R.S con 300 CV. Siendo el turismo más veterano que comercializa la marca y estando próxima su desaparición, es lógico pensar que la marca está comenzando a decir adiós a su mítico modelo tras casi tres décadas de «servicio» ininterrumpido.
¿Volveremos a ver un Renault con motor PHEV?
Todo apunta a que la marca francesa está centrando sus esfuerzos en desarrollar motorizaciones 100% eléctricas, así como híbridas convencionales a partir del desarrollo E-TECH que se estrenó en el Renault Clio hace ya cuatro años y que acaba de estrenar su segunda generación en los Renault Austral y Renault Espace.
Teniendo en cuenta que el grueso de sus rivales (modelos como el Peugeot 3008, el Toyota RAV-4 o el Ford Kuga) ofrecen alternativas híbridas enchufables en el entorno de los 250 CV, no deberíamos descartar la aparición de versiones híbridas enchufables en los segmentos C y D, donde los mencionados Austral y Espace suponen la punta de lanza de la firma del rombo y donde, además, la aceptación de las mecánicas PHEV parece ser mucho mayor.