Muy posiblemente el Hispano Suiza Carmen Boulogne es el mejor coche fabricado y diseñado en nuestro país. Se trata de una serie limitada a cinco unidades del hiperdeportivo eléctrico de corte neoretro que se unen a las otras 14 restantes del Hispano Suiza Carmen, pero con un ligero incremento de potencia, una pequeña dieta de adelgazamiento y una carrocería de fibra de carbono a la vista con detalles en color bronce somo seña de identidad. Todo ello por un precio de 1,65 millones de euros sin impuestos y con un proceso de fabricación artesanal que se extiende a lo largo de 12 meses.
El Hispano Suiza Carmen cuenta con tecnología heredada directamente de la Fórmula E
El Carmen constituye el verdadero resurgir de la marca Hispano Suiza más allá de concept cars para salones del automóvil, para cuyo diseño y fabricación se ha recurrido a QEV Technologies, una ingeniería catalana especializada en vehículos eléctricos y que cuenta con experiencia en la Fórmula E de la mano del equipo Mahindra.
El Boulogne llega con una potencia de 1.114 CV (95 CV más que el modelo convencional) que se desarrolla por medio de dos motores eléctricos colocados uno en cada rueda trasera, además de un par motor instantáneo y constante de 0 a 6.500 rpm de 1.600 Nm. Con todo ello se asegura una velocidad máxima de 290 km/h y un 0 a 100 km/h en sólo 2,6 segundos. En cuanto al paquete de baterías de iones de litio de 80 kWh de capacidad bruta, se ha desarrollado íntegramente en España, así como su sistema de control, y le proporciona un autonomía que se estima en unos 400 km. Para refrigerar el sistema eléctrico y las baterías se ha instalado tres radiadores de agua colocados en el frontal del vehículo, sin olvidar un sistema que permite calentar las baterías en caso de temperaturas exteriores muy frías.
Igual de impresionante que su tren motriz es su carrocería totalmente en fibra de carbono, no sólo por su diseño, sino también por su técnica. Se ha partido de un chasis monocasco de fibra de carbono de sólo 195 kg con una rigidez torsional superior a la de un Lamborghini Aventador, y a partir de él se han dispuesto las suspensiones de doble triángulo y los 11 paneles que integran su carrocería y que sobre la báscula arrojan un valor de sólo 64,5 kg. Así pues, ha sido en todos estos «pequeños componentes auxiliares» donde se ha logrado reducir la masa con el Boulogne en 60 kg, con una suspensión optimizada, nuevas piezas CNC o el techo también en fibra de carbono.
Como cualquier vehículo de su precio, la personalización y el lujo se presuponen de serie
Esta edición Boulogne, que rinde homenaje a las tres victorias consecutivas de la firma a principios de los años 20 en una carrera de resistencia celebrada en los alrededores de una ciudad francesa homónima, ha sido creada por el departamento Unique Tailormade, distinguiéndose estas 5 unidades de las otras 14 por el uso de alcántara negra en su interior, además de la mencionada decoración exterior que exhibe la carrocería de fibra de carbono en contraste con detalles dorados.
Así pues, tanto las inserciones, como el tapizado o la iluminación interior LED pueden elegirse al gusto del comprador, contando además con un sencillo sistema multimedia de 10,1 pulgadas, cámara de aparcamiento trasera y un sistema hi-fi de alta fidelidad con subwoofer.
