Destacar en el mundo de los deportes de motor es algo complejo para los equipos. Para conseguirlo es vital una constante evolución de materiales, técnicas y tecnología. Todo con un único objetivo: Ser los más rápidos y ganar.
Un elemento que se sigue usando desde los años 80
Los equipos emplean sus recursos económicos y de tiempo en encontrar todo tipo de mejoras para sus coches. Es muy normal ver cómo lo que se aprende en la vanguardia de la competición, termina siendo de manera más “light” o refinada, parte de los supercoches que terminan la línea de producción que salen a las calles.
Entre todos esos elementos, existe uno que se creó en 1958 por un tal Roger Bacon y que desde los años 80, cuando el equipo McLaren de F1 lo utilizó por primera vez en su MP4, ha sido sinónimo de vehículos de alto rendimiento, de deportividad y exclusividad. Hablamos ni más ni menos, que de la fibra de carbono.
Hispano Suiza y su apuesta por la fibra de carbono
Este material proviene de la aeronáutica y es tremendamente ligero, a la vez que resistente. Su base se compone de hilos de fibra de alto rendimiento de carbono y resina, logrando de esta manera una muy buena relación entre su densidad y propiedades mecánicas. Esto lo convierte en un material indispensable para los coches de alta competición e hypercars.
Entrando en el tema de Hispano Suiza, la marca defiende que gran parte de su desarrollo proviene directamente de la competición. Cuentan con un equipo que trabaja en distintas competiciones desarrollando y aplicando nuevas tecnologías a los vehículos. Tienen así un banco de pruebas perfecto para Hispano Suiza.
El hecho de que el empleo de la fibra de carbono está presente desde hace décadas, no significa que todo sea llegar y atinar a la primera. Toda esa experiencia que mencionaba antes, ha sido la antesala para que sus coches de calle puedan llegar a la zona de vanguardia dentro de los hypercar.
Hispano Suiza Carmen Boulogne
Hispano Suiza Carmen y una carta de amor a la fibra de carbono
El Carmen y sus versiones posteriores usan la fibra de carbono en piezas concretas del vehículo, la estructura y la carrocería. El verdadero exponente de su uso es el Hispano Suiza Carmen Boulogne, cuyo recubrimiento exterior de fibra está a la vista.
¿Por qué una carta de amor? Porque la fibra de carbono es un material sumamente deseado, pero difícilmente aplicable. Al contrario que otros procesos que se han automatizado con el tiempo y la evolución de la tecnología, la técnica de este material sigue necesitando de una parte manual que no puede replicarse en tandas muy elevadas de producción.
Según ellos mismos, solo puede aplicarse correctamente cuando los coches son tratados con mucho mimo y vistos como algo más que un medio de transporte: Una obra de arte. En base a este principio, la marca puede usar fibra de carbono en todos sus hypercars porque cada vehículo se hace a mano y se trata con el respeto y cuidado que merece, asegurando cada detalle para que el resultado final sea algo único.
