Si has jugado al Gran Turismo, puede que este coche te resulte familiar. Pero no te flageles si es la primera vez que oyes hablar del Tommykaira ZZ. Este deportivo japonés ultraligero se vendió solamente a finales de los años 90, y solo se fabricaron 220 unidades. Podríamos definirlo como el Lotus Elise japonés, y desgraciadamente, su historia es triste y frustrante. Es la historia de un sueño roto, la injusta historia de uno de los mejores deportivos japoneses. Todo comenzó con el ascenso a la popularidad del preparador japonés Tommy Kaira.
Esta es la historia del Lotus Elise japonés
La historia de Tommy Kaira comienza en 1968, cuando a la edad de 20 años, Yoshikazu Tomita funda una empresa llamada Tomita Auto, dedicada a la importación y venta de coches deportivos de origen europeo. Años después, y a través del mundo de la competición y las carreras de resistencia, conoció a Kikuo Kaira, que entonces trabajaba para Dome, una escudería japonesa de coches de carreras. Ambos fundaron en 1986 una empresa llamada Tomita Yume Koujou, cuya denominación comercial era Tommy Kaira.
Fotos del Tommykaira ZZ
Su objetivo era crear coches deportivos de alto rendimiento, basados en coches de origen japonés o europeo. Desde sus inicios dejaron claro que no querían ser un simple preparador, si no seguir los pasos de especialistas europeos como RUF o Alpina, con estatus de fabricante. Sus primeras obras tuvieron como protagonistas a los Mercedes 190, conocidos como Tommy Kaira M19. Se decía que estos 190, con motor 2.0, eran más rápidos que los 190 E 2.3-16 de los Yakuza. Tras el M19 llegó el M30E, basado en el Mercedes 300 E de la caja W124.
A pesar de que sus inicios estuvieron muy ligados a los coches europeos, a partir del año 1988, Tommy Kaira tomó la decisión de trabajar solamente con coches japoneses. Ese mismo año llegó el Tommy Kaira M30, basado en el Nissan Skyline GTS de la generación R31. Con 240 CV, eran más potentes y rápidos que los Skyline GTS-R vendidos por la propia Nissan. A pesar de tener un negocio de éxito y haber recibido el estatus de “fabricante”, por las profundas modificaciones que aplicaban en sus preparaciones, el sueño de Tommy Kaira siempre fue desarrollar un coche desde cero.
A finales de 1991 comenzaba a gestarse el proyecto del Tommykaira ZZ, cuyo desarrollo, puesta de largo y producción en serie demoró la friolera de cinco años. El ZZ era un coche que debía predicar el mantra de «menos es más», una propuesta atrevida en una industria del automóvil japonesa inmensa en una guerra de prestaciones y guarismos. Antes de meternos en harina, una curiosidad: ZZ es la transcripción de «ji», repetido dos veces. En japonés significa abuelo, en referencia a la edad de Kaira y Tomita, que en 1991 rondaba los 50 años.
Y es que ambos fueron tildados de «abuelos» en la junta directiva donde se aprobó el desarrollo y lanzamiento de este deportivo ultraligero. En un momento volcado con el futuro y la alta tecnología, el proyecto del ZZ era visto como anacrónico, pero recibió la luz verde. Inspirado en las «barchettas» de carreras de los años 60, Tommykaira optó por construir su deportivo en torno a un chasis monocasco de aluminio, al que se anclaban subchasis tubulares. Este bastidor garantizaba ligereza, sencillez y al mismo tiempo, un coste contenido.
Su carrocería, de fibra de vidrio, fue diseñada por Takuya Yura – parte de la legendaria escudería japonesa Mooncraft. Para animar a este deportivo ultraligero, Tommykaira optó por uno de los motores más conocidos de la época: el brillante SR20DE atmosférico de Nissan. Este cuatro cilindros de alto régimen de giro fue modificado por el constructor japonés, perdiendo su inyección electrónica para ser alimentado por cuatro carburadores Keihin de 45 mm – con trompetas de admisión individuales.
Este sistema de alimentación era más propio de una moto, y fue elegido por Tommykaira para ofrecer más posibilidades de ajuste/modificación a sus propietarios, además de por sencillez y purismo. El motor, situado en posición central-trasera, desarrollaba la friolera de 180 CV, transmitidos al eje trasero a través de un cambio manual de cinco relaciones muy cerradas – con el varillaje expuesto, en aras de la ligereza, y procedente de un Nissan Primera. Su suspensión era independiente, con componentes Bilstein, y AP Racing suministraba su equipo de frenado.
Con un peso de solo 670 kilos, era capaz de hacer el 0 a 100 km/h en 4,0 segundos, con una punta cifrada en 241 km/h. El coche fue presentado en sociedad en el año 1995, y gran parte de prensa y público trazó paralelismos entre el ZZ y el Lotus Elise, que había sido presentado un año antes. El diseño del ZZ era amable y sencillo, con una configuración mecánica y posicionamientos muy similares. Curiosamente, los paralelismos con Lotus no terminaban ahí: los Tommykaira ZZ fueron construidos en Reino Unido, en Norfolk, al igual que los Lotus.
Tommykaira fundó una empresa llamada Tomita Auto UK Ltd. para la producción del ZZ. Con una capacidad de producción de 12 coches mensuales, esta pequeña empresa tenía acceso a la red de proveedores de coches de bajo volumen de Reino Unido – estar en el patio trasero de Lotus tenía sus ventajas también en cuanto a captación de mano de obra cualificada. Además, a Tommykaira le interesaba producir los coches en Reino Unido, donde Nissan, con quien tenía trato de favor, tenía un fuerte tejido productivo y podía suministrarles componentes.
La producción del Tommykaira ZZ comenzó en 1996 bajo la supervisión de Hiroshi Fushida, presidente de Tomita Auto UK Ltd. y dirigente de TOM’S GB – filial europea de la mítica escudería japonesa TOM’S Racing. Hasta el año 2001, Tomita Auto UK Ltd. produjo 220 unidades del ZZ, de las cuales 206 fueron exportadas a Japón. El proyecto recibió un duro mazazo a finales de los años 90: en 1999, el gobierno japonés actualizó los requisitos de choque de los coches a estándares americanos, dejando de lado los estándares europeos usados hasta entonces.
La nueva normativa japonesa no contemplaba exenciones para fabricantes de bajo volumen, como anteriormente. A ello se le unió la devaluación del yen japonés, con el consiguiente incremento de precio de las exportaciones. Esto fue la sentencia de muerte del ZZ, y la quiebra de Tomita Auto UK Ltd. Una serie de movimientos empresariales posteriores terminaron con la venta de la empresa a Autobacs, y el intento por parte de estos de relanzar el proyecto, o al menos aprovechar el desarrollo. Intentos, dicho sea de paso, infructuosos.
Sea como fuere, el Tommykaira ZZ fue inmortalizado y popularizado por el videojuego Gran Turismo, y hoy en día, es uno de los coches japoneses más icónicos y escasos de la época.
Fotos del Tommykaira ZZ