En 1987 nacía el primer BMW movido por un motor de 12 cilindros, se trataba de un V12, uno de esos gigantescos motores que significaban el culmen de un fabricante en cuanto a ingeniería y capacidad técnica. Este 2017 se cumplen 30 años de aquel primer BMW Serie 7 con motor V12, tres décadas donde esta configuración se ha convertido en el corazón de leyendas atemporales como el mismísimo McLaren F1, el BMW V12 LMR o toda la gama Rolls-Royce.
El BMW Serie 7 E32 fue el encargado de estrenar el primer motor V12 desarrollado por BMW, no, no se trataba de una configuración nacida de la simple unión de dos motores 6 en línea, BMW desarrolló su primer motor V12 de forma original. Este primer V12 nació bajo el código M70 en cilindrada de 4.988cc alcanzando los 300 CV de potencia máxima, recibiendo una revisión posterior que aumentó la cilindrada hasta los 5.476cc y la potencia hasta los 380 CV.
Ambas especificaciones serían empleadas por BMW para propulsar sus modelos más potentes y rápidos hasta la fecha, los BMW 750i, BMW 850i y BMW 850Ci con bloques de 5 litros y 850CSi con bloques de 5,6 litros. Pero lo mejor estaba por llegar, BMW mantuvo constante la evolución de su primer V12, lo que llamó la atención del proyecto de McLaren capitaneado por Gordon Murray para crear el GT definitivo. BMW desarrolló una nueva especificación del motor V12 bajo el código S70, diseño que se movería entre 5.990cc y los 6.064cc, pero que sorprendería aún más declarando potencias de entre 600 y 680 CV. Por si todavía no os suenan estas cifras, hablamos del motor que llevaría a BMW a ganar las 24 Horas de Le Mans e impulsar al McLaren F1 en todas sus variantes.
También cabe destacar en este momento de la historia, allá por la década de los ’90, que BMW no sólo desarrolló el bloque S70 para McLaren, sino que de forma secreta desarrolló un BMW M8 de 550 CV que jamás llegaría a ver la luz. Más tarde BMW volvería a repetir la jugada, esta vez de forma conceptual, desarrollando el BMW X5 Le Mans con motor V12 de 700 CV transplantado del BMW V12 LMR campeón de las 24 Horas de Le Mans.
Con el arranque del nuevo siglo, BMW volvió a rediseñar su motor estrella, esta vez ya alejados de la competición y con el punto de mira en el BMW Serie 7 y la recientemente adquirida Rolls-Royce. El objetivo por un lado fue el de afianzar el motor V12 como el sello inequívoco de lujo y exclusividad, mantenienda constante la evolución del propulsor y encontrando diferentes versiones tanto atmosféricas como sobrealimentadas. El Rolls-Royce Phantom fue el último que disfrutó del V12 atmosférico de BMW en configuración de 6.75 litros con 460 CV, mientras que fue el BMW Serie 7 F01 (2009) el primer automóvil en emplear el nuevo propulsor V12 de 6 litros doblemente turboalimentado con 544 CV.
En la actualidad el bloque V12 TwinPower Turbo de BMW está disponible en el mercado con 6,6 litros de cilindrada, en potencias de 570 CV para los Rolls-Royce Ghost, 610 CV para el BMW M760Li XDrive y 630 CV para el Rolls-Royce Wraith.
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