Se llama Honda Pilot FL400R, tiene un motor de 397cc tracción en las ruedas traseras y se maneja sin pedales. Los pies los necesitarás para sujetarte.
Honda Pilot FL400R, un quad ATV convertido a buggy
Se trata de un vehículo monoplaza todoterreno nacido en 1989 que cuenta con jaula antivuelco, una carrocería rompedora y un motor de 2 tiempos explosivo.
El volante tipo yugo como similar al del Tesla o el Coche Fantástico está pensado para tener todos los controles en él. Mira las fotos de la galería y dime si no te molaría probar este cacharro.
Detalles del todoterreno Honda olvidado más divertido
El motor de 397cc cuenta con arranque eléctrico y transmisión automática CVT con marcha atrás (en la cabina se encontraba un hueco para llevar una correa CVT de repuesto y no quedarse tirado). La suspensión es independiente en las 4 esquinas mediante doble horquilla.
La suspensión tiene un buen recorrido de 150mm delante y 180mm detrás. Los amortiguadores traseros llevan el depósito de gas separado y los frenos eran de tambor en el eje delantero y un solo disco en el trasero. Las llantas son de 10 pulgadas con neumáticos offroad (aunque habría que ver cómo zumba con unos neumáticos de asfalto)
El FL400R tiene un chasis de acero tubular con jaula antivuelco y protección ante impactos laterales. La carrocería es lo justo y necesario para que el barro salpique lo mínimo posible, aunque si te subes a esto, quieres llenarte de barro o arena.
El manejo del volante en la pequeña bestia zumbona
El volante es lo que más llama la atención de este buggy todoterreno. Las palancas traseras activan los frenos, mientras que el acelerador se acciona con el pulgar derecho en el pulsador plateado igual que un quad. Por otro lado tenemos el botón de arranque (con opción de arranque manual), control de luces y testigos indicadores.
Las correas para las muñecas cumplen una función de seguridad, para que los brazos no sobresalgan de la jaula en caso de vuelco. Algo rudimentario, pero que junto al arnés de cuatro puntos del asiento, habrá salvado más de una extremidad. Además, si te pasas haciendo el cabra y puedes evitar que el volante se te escape y sortear alguna peliaguda situación.
El freno de mano puesto más para propiciar derrapes que aparcar de forma segura, los faros redondos enrejados que sobresalen, el motor en la espalda chillando enfadado, el volante extrañamente práctico y ese cosquilleo en la barriga con cada salto amortiguado por la suspensión debieron ser toda una sensación de vida en los años 1989 y 1990 en que se ofertaron al público estos buggys. Conseguir uno debía ser un capricho caro, pero hacerlo ahora puede serlo incluso más, si tenemos en cuenta que la unidad de las fotos se subastó en el portal Bring a Trailer por nada menos que 14.500 dólares (13.365,59€ al cambio actual).