Si rondáis los 30 años y os gustan los coches, pongo la mano en el fuego: os habéis tragado la saga de «A Todo Gas» entera. Personalmente, creo que las dos primeras películas son ya clásicos de culto para los amantes de los coches y el cine, retratando una época y una cultura automovilística muy concreta: la era dorada del tuning. Incontables réplicas de los protagonistas con ruedas de «A Todo Gas» fueron creadas. Coches tan icónicos como el Dodge Charger de Toretto, el Skyline R-34 de Brian… o el Honda S2000 rosa de Suki.
Conducido por una chica, este Honda S2000 participaba en una carrera ilegal al principio de la película. En ella competía contra el Skyline GT-R de Brian, además de un Mazda RX-7 y un Honda Integra. Aquél S2000 voló sobre un puente levadizo, aterrizando de forma poco grácil, pero terminando la carrera en segunda posición. Como es obvio, las unidades usadas para estas «acrobacias» terminaron en un desguace, pero esta unidad es el «hero car». El coche usado para primeros planos y escenas de conducción a baja velocidad. El coche «para enseñar», en definitiva.
El coche está expuesto en el Petersen Automotive Museum de Los Angeles – posiblemente el mejor museo del mundo para los amantes del automóvil – y el gran Doug DeMuro ha podido hacernos una de sus habituales reviews. El Honda S2000 empleado monta un kit Veilside original, uno de los más cotizados de la época. Incluso faldones, un gran spoiler, un capó con tomas de aire, nuevos paragolpes e incluso una cubierta para los arcos antivuelco. Su carrocería rosa fue aerografiada por parte de un artista gráfico. Nada de vinilos, solo precisas pistolas de pintura.
El interior del coche dista mucho de su estado de serie. Los asientos de serie, los paneles de las puertas o las alfombrillas no están tapizados en piel natural con pelo. Al parecer, los productores de la serie usaron alfombras de baño y las cortaron a medida. El objetivo no era tapizarlos con calidad, era que dieran el pego en cámara. Curiosamente, en la época era de color rosa, pero con los años y la luz el material se ha desteñido, y ahora es más bien… beige. El interior también está repleto de LEDs de color rosa, instalados de forma un tanto artesanal.
El volanteo no es de serie, y tiene dos botones en los que se puede leer «N2O»: sí, activan el óxido nitroso, tan característico. La pantalla montada sobre el salpicadero se veía futurista y avanzada hace 17 años, hoy en día se ve completamente desfasada. Bajo el capó, el motor 2.0 VTEC estaba sobrealimentado por un enorme compresor volumétrico Comptech. La potencia original del coche era de 240 CV, pero nadie sabe qué potencia desarrolla el coche a día de hoy. De hecho, el coche parece estar bastante fuera de punto a nivel de entrega de potencia.
No quiero destriparos todos los secretos de este Honda S2000. Os remito al fantástico vídeo de Doug DeMuro para que descubráis todas sus «quirks and features».