El canal de YouTube de Hoonigan, del que un servidor se declara fan incondicional – de hecho, estuvo en mi lista de 10 canales internacionales imprescindibles para petrolheads – está en estos momentos llevando a cabo una serie de episodios llamados Honda vs. Haters. En estos episodios, parte de su temática This vs. That, se enfrentan en carreras de aceleración coches muy dispares. En esta ocasión, uno de los Honda Integra más bestiales del planeta contra un Nissan GT-R de 1.300 CV de potencia.
El Nissan GT-R no es tan extremo, bajo estándares de los R35 preparados. Su motor de 4,1 litros tiene nuevos turbocompresores y en configuración de alta potencia llega a desarrollar 2.200 CV, pero en esta carrera se «conforma» con unos 1.300 CV a las ruedas como punto de partida. Por su parte, el Honda Integra del año 1994 tiene un motor B18 potenciado hasta los 1.400 CV a las ruedas – en el que solo el bloque es de serie – y el sistema de tracción total de un Honda CR-V, además de una transmisión manual de cuatro relaciones especialmente reforzada. Pesa poco más de 1.200 kilos.
Nissan GT-R
Ambos coches son extremadamente rápidos, potentes y ligeros, pero el Nissan tiene un cambio de doble embrague, un piloto muy experimentado y neumáticos de drag racing. En todas las carreras, salvo en la primera – y por un error del piloto – el Nissan GT-R termina imponiéndose al Honda Integra. El Nissan GT-R desarrolla un mapa de potencia más agresivo en las marchas más altas y eso se deja notar en la pista. En todo caso, ambos coches son absolutamente meteóricos, y dan un gran espectáculo que podéis apreciar sobre estas líneas.