Los coches chinos llevan años considerados vehículos de segunda fila. En parte, a causa de algunas flagrantes copias de ciertos modelos occidentales, y por otro lado, a la escasa calidad de los pocos que llegaron a venderse en Europa. Sin embargo, el Hongqi S9 es harina de otro costal. Es el primer hipercoche chino, está diseñado por el legendario Walter De Silva, y además de tener 1.400 CV, promete más de 400 km/h de velocidad punta. Es un coche chino que no me importaría tener en el garaje, y está respaldado por la marca con más tradición del país.
Puede que no conozcas a Hongqi, como fabricante de coches. De orientación premium, fue la primera marca de coches china, y fue fundada en el año 1958. Su primer coche fue una berlina de representación para los viajes oficiales de Mao Zedong, y desde entonces, han sido los suministradores únicos de coches oficiales para la presidencia del país. Hongqi, por cierto, significa «bandera roja», en clara alusión al color rojo de la bandera comunista. China no es ya un país comunista – ni mucho menos – pero la alusión a su pasado sigue implícita en la marca.
El Hongqi S9 ha sido diseñado y desarrollado por su submarca Silk-FAW, orientada a vehículos de altas prestaciones, alimentados por «fuentes alternativas de energía». Aunque siguen sin trascender muchos detalles técnicos, sabemos que el S9 está propulsado por la combinación de un motor V8 turboalimentado y tres motores eléctricos. Ignoramos si es un sistema híbrido en serie, un sistema híbrido en paralelo o un esquema híbrido enchufable, pero sabemos que hace el 0 a 100 km/h en 1,9 segundos, alcanzando una velocidad punta superior a los 400 km/h.
Por lo que se puede ver en las imágenes y vídeo oficial de diseño, el hipercoche está construido en torno a un chasis monocasco de fibra de carbono, por lo que podemos esperar un peso no demasiado elevado y una enorme rigidez torsional. Pero sin duda, lo más espectacular del Hongqi S9 es su espectacular diseño. Un diseño mucho más pulido que el que mostraba en el Salón de Frankfurt de 2019, donde fue presentado por primera vez. Y es que el italiano Walter De Silva diseñó coches del calibre del primer Audi R8 o el Volkswagen Scirocco.
El diseño es proporcionado y muy aerodinámico, con una forma que incluso llega a recordarnos a la del Volkswagen ID.R – sensación acentuada por el aspecto de las llantas monotuerca, en mi opinión. Su perfil es llamativo y cargado de personalidad, pero me quedo con su zaga: de aspecto «long tail», con un alerón de aspecto nostálgico y un enorme difusor funcional de fibra de carbono – solo me sobran los anagramas, las marcas chinas pecan de exceso en este aspecto. Si tuviera en el capó un felino o un escudo dorado, el mundo caería rendido a sus encantos.
Del interior no hay muchos detalles, pero sabemos que está orientado a la conducción, y que el material más presente es la Alcantara. Decididamente es un hipercoche del que queremos saber mucho más. Solo se producirán 99 unidades, a un precio que rondará los 1,2 millones de euros.
Fuente: Carscoops