El regreso de Hummer está dando mucho de qué hablar, y hoy que por fin conocemos su peso, aún más. El GMC Hummer EV en su versión de lanzamiento alcanzará la friolera de 4,5 toneladas de peso, lo cual es una cifra increíblemente alta incluso teniendo en cuenta que hablamos de una pick-up, y que se va a vender en exclusiva en Estados Unidos. Esta cifra desproporcionada tiene una explicación, y es que fabricar un coche eléctrico de semejante tamaño y prestaciones solo es posible con una enorme batería.
El GMC Hummer EV Edition 1 será la primera versión del modelo que llegará a las calles, una pick-up que en su configuración más capaz alcanzará las 4,5 toneladas de peso. Con semejante cifra, en un país como España sería imposible conducirlo con el carné B (limitado a 3.500 Kg), pero en USA esta limitación no es un problema y por ello el nuevo Hummer ha engordado tanto como para superar al Hummer H1 en 400 Kg y en más de 900 Kg a las GMC Sierra más pesadas.
Es una cifra totalmente desproporcionada, incluso para el tipo de vehículo que se trata con 5,5 metros de largo, pero General Motors ha preferido optar por una batería de gran tamaño en lugar de optimizar al máximo el peso en el Hummer. Así, el resultado es una pick-up que parte de una plataforma específica, pero en donde se integra una enorme batería con nada menos que 200 kWh, capacidad nunca antes vista en un coche eléctrico, y que resulta necesaria para ofrecer una autonomía capaz de superar los 350 Km por carga y soportar el apetito voraz de este eléctrico. Incluso contando con una tecnología de baterías de última generación (Ultium), GM no ha sido capaz de optimizar la relación peso/prestaciones, llevando al Hummer a superar holgadamente las 4 toneladas.
Pero el caso de Hummer, aunque sea anecdótico en cuanto a cifras, no es el único que encontramos en el mercado de los coches eléctricos. El sinsentido de muchos eléctricos hoy a la venta está en las elevadas cifras de peso que se manejan, pesos que buscan justificar unas prestaciones acordes al precio que se paga. De este modo, y a pesar de la mejora constante que se está realizando en baterías, es fácil ver coches moviéndose alrededor de las 2,4 toneladas, lo que supone entrar en la espiral infinita de más consumo, más baterías, más peso, más consumo, etc. Todavía hoy, un coche eléctrico supone hacer frente a un sobrepeso de alrededor de los 300-500 Kg frente a un coche equivalente con motor térmico, una diferencia que no deberíamos olvidar cuando damos por hecho que un eléctrico es el summum de la eficiencia y cero emisiones.
Fuente: AutoNews