Ernest Shackleton fue uno de los protagonistas de las últimas grandes expediciones del Siglo XX, cuando aún quedaban continentes por conquistar. En 1913 comenzó una expedición cuyo objetivo era cruzar la Antártida, pocos años después de que el noruego Amundsen alcanzara el Polo Sur. El viaje de Shackleton habría cubierto 2.900 km por el hielo inexplorado del continente más frío del planeta. La expedición de Shackleton fracasó cuando su barco quedó atrapado en el hielo, obligando a la tripulación a sobrevivir durante un duro año en condiciones climáticas extremas. Con medios modernos y mucha tecnología, Hyundai ha homenajeado a Shackleton cruzando la Antártida con un Santa Fe casi de serie.
Aunque Shackleton no logró completar su viaje, logró que todos sus hombres sobrevivieran durante meses, abandonados en las costas de la Antártida. Un siglo después, Hyundai buscó al bisnieto de Ernest Shackleton – Patrick Bergel – y le hizo una oferta que no pudo rechazar: cruzar la Antártida por la ruta que su bisabuelo había planeado, con un Hyundai Santa Fe prácticamente de serie. Por supuesto, no lo haría solo, ya que la expedición estaría dirigida por el islandés Gísli Jónsson y en ella se incluirían varios vehículos de apoyo. La exploración antártica ha avanzado enormemente en medios, seguridad y tecnología desde los tiempos de Shackleton.
Hyundai Santa Fe
El Hyundai Santa Fe escogido por Hyundai está equipado con un motor turbo de gasolina, que ha sido convertido al uso de Jet Fuel A-1, el único tipo de combustible disponible en la Antártida. Además, se ha instalado un calentador de bloque motor – que también actuaba con calentador del refrigerante – así como un anticongelante especialmente adaptado a las condiciones de la Antártida. En cuanto al tren de rodaje, Arctic Trucks lo ha modificado convenientemente en Islandia, instalando enormes ruedas todoterreno de 38 pulgadas que aumentan la superficie de contacto con la nieve. Es la única manera de evitar que el coche se hunda en la quebradiza e irregular superficie.
Estos enormes neumáticos han exigido la instalación de nuevos ejes tipo pórtico – como los que monta el Mercedes G 500 4×42 – y la fabricación de nuevos subchasis para el vehículo, así como la instalación de una suspensión sobre elevada. Los ejes tipo pórtico han reducido en un 50% el desarrollo final del vehículo, ofreciendo con marchas más cortas una mejor tracción sobre nieve y hielo. El Hyundai Santa Fe aún posee un motor, interior y transmisión idénticos a los de serie, pero lo cierto es que su tren de rodaje poco tiene que ver con el de los Santa Fe que vemos en nuestras carreteras.
En cualquier caso, el resto de vehículos son Toyota Hilux y Land Cruiser – con sistemas de tracción integral más robustos y eficaces – y el Hyundai no ha flaqueado con respecto a ellos. Esta expedición ha durado la friolera de 30 días, y ha completado un recorrido de ida y vuelta, cruzando la Antártida al completo. Un total de 5.800 kilómetros, circulando por un continente donde no hay carreteras, con la incertidumbre de la climatología cambiante. Esta expedición se ha hecho coincidir con el verano en la Antártida, donde las temperaturas son algo más soportables – no se llega a los 50 bajo cero – y el sol nunca se pone.
El equipo apenas descansaba dos o tres horas por día, llevando al límite su resistencia. A pesar de las mayores comodidades de las que disfruta el explorador moderno, no se les debe quitar una pizca de mérito al equipo y los vehículos: la Antártida siempre te pone al límite.
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