Si hay una marca que está viviendo una era dulce en cuanto a diseño respecta, esa marca es, bajo mi punto de vista, Hyundai. Sin ir más lejos, su gama de eléctricos tiene un delicioso regusto retrofuturista y no se parece en nada a lo que otros fabricantes ofrecen – y ni siquiera a otros productos de la propia marca, como el Hyundai Tucson. Ahora, Hyundai vuelve a dar otro golpe en la mesa con el nuevo Grandeur. Una berlina de gran tamaño y segmento premium que debería poner en máxima alerta a las marcas alemanas, y con mucha razón.
El Hyundai Grandeur es un coche equivalente a un Audi A6 o un Mercedes Clase E. Es una berlina del segmento E, que aun tiene por encima al hiperbólico Genesis G90, ya en un segmento plenamente premium y de talla aun superior. Esta berlina se llama Grandeur en los mercados asiáticos y ha sido vendido en Estados Unidos como el Hyundai Azera, pero hace mucho tiempo que no se comercializa en Europa – donde los SUV imponen su ley. El Hyundai Grandeur es más que una simple berlina: lleva vendiéndose de forma ininterrumpida desde el año 1986.
Su primera generación fue un desarrollo conjunto con Mitsubishi y el Grandeur que se presenta hoy es ya su séptima generación. El diseño toma un papel muy relevante en el nuevo Grandeur, y se pueden ver rasgos de su primera versión en la curiosa forma de su pilar C, de aspecto neoretro. El resto de códigos estéticos están tomados en parte de la gama Ioniq, con una calandra de formas muy angulosas y un gran LED que recorre su frontal. Su zaga me parece especialmente lograda, combinando líneas rectas con formas suaves y aerodinámicas.
¿No os recuerda vagamente al Hyundai Ioniq 6 esta zaga? Sea como fuere, Hyundai se ha querido distanciar de otros lanzamientos recientes y es patente en la ausencia de «píxeles paramétricos» en su diseño. El interior del coche ha sido definido por la marca como un oasis, un respiro de nuestras vidas ajetreadas. Sin entrar en demasiados detalles, llama la atención el aspecto del volante, inspirado en el primer Grandeur, así como los controles dedicados de la climatización – casi parece un cajón que podríamos guardar en el propio salpicadero.
Líneas rectas, madera natural y un aspecto minimalista conforman el resto del habitáculo, que se siente vanguardista y puntero, sin resultar artificialmente tecnológico. Las plazas traseras son enormes y cuentan con su propia consola central para manejar el sistema de infoentretenimiento. Hyundai no ha facilitado datos sobre dimensiones, capacidades o pesos del Grandeur. Tampoco han soltado prenda acerca de la gama de motores, donde esperamos que se retengan versiones térmicas, quizá acompañadas de versiones enchufables, sin presencia de alternativas 100% eléctricas.
