Este año hemos sido testigos de la llegada de Chery a España, a través de sus marcas Omoda y Jaecoo. Mediante procesos de ensamblaje, tanto CKD (complete knock down) como DKD (direct knock down), los modelos de Chery se montarán en Zona Franca. Ahora bien, esta historia no es exactamente nueva y tiene paralelismos con una de las marcas más exitosas en la actualidad.
Hyundai ha pasado por muchas fases, empezando por la fabricación bajo licencia de modelos Ford
Cierto es que conocemos en España a Hyundai desde hace algo más de 30 años, cuando irrumpieron en nuestro país con pequeños modelos asequibles. Pero lo cierto es que su historia se remonta casi otros 30 años más atrás – en concreto, hasta 1967, cuando Hyundai pasa de reparaciones de automóviles en Corea del Sur a fabricarlos a raíz de la presión de su propio gobierno.
Para empezar, necesitaban realizar un acuerdo de colaboración con una marca con experiencia y, para ello, Hyundai consiguió negociar uno con Ford – otras marcas lo hicieron con Toyota, Mazda o Fiat, así como los Nissan exportados como Datsun. Es así como Hyundai comienza a fabricar el Hyundai Cortina Mark II, basado evidentemente en el excelente Ford Cortina de los años sesenta que tan popular se hizo, tanto en calles como en competición (Cortina Owners Club).
Así fue como empezó Hyundai, fabricando mediante proceso de CKD, a fabricar vehículos y recibiendo conocimientos, tecnología y entrenamiento de Ford (Korean Car Blog). Después del Cortina (que estuvieron fabricando hasta 1982), llegaría el Ford Granada Mark II de mayor tamaño, así como el Taunus. Durante aquellos primeros años Hyundai comenzó a formarse a marchas forzadas, con ingenieros de Ford desplegados hasta Corea del Sur.
No obstante, para 1973 el gobierno coreano quería una mayor localización industrial, lo que llevó a Hyundai a comenzar sus planes para fabricar el que sería su primer vehículo 100% propio. Este sería el Pony, contando con varias carrocerías, incluyendo un prototipo de coupé diseñado por Giorgetto Giugiaro que jamás llegó a fabricarse, pero sirvió de inspiración tanto para el DeLorean como para el actual prototipo N Vision 74.
De humildes orígenes a fabricar 100 millones de vehículos
La relación entre Ford y Hyundai no acaba ahí, pues también está entrelazada la otra gran marca coreana: Kia (la cual también creció a base de fabricar modelos de otras marcas, como Fiat, mediante CKD). Esta estaba asociada con Ford desde los ochenta, antes de su bancarrota en torno a finales de los noventa. Sería precisamente Hyundai la que rescató a Kia y se quedó con su propiedad en lugar de la marca del óvalo, dando lugar a la relación que vemos entre ambas firmas a día de hoy.
Precisamente ahora es cuando Hyundai ha alcanzado la cifra de 100 millones de vehículos fabricados. Por otro lado, la Chery que ahora vemos entrar con todo en Europa, en nuestro caso con los exitosos Omoda 5 y sus familiares de Jaecoo, también está haciéndolo mediante similares procesos de ensamblaje, aunque en otras circunstancias. Un proceso que le ha permitido traer un competidor SUV a buen precio con un éxito notable en su primer año completo.
Evidentemente, las circunstancias son diferentes: ni Chery es una recién llegada a la industria como lo era Hyundai, ni es novel en estos procesos de ensamblaje (caso de los modelos de DR, que gozan de un éxito particular en Italia) ni las circunstancias sociales, económicas y políticas son las mismas. Sin embargo, no deja de ser interesante ver paralelismos en historias de la industria separadas por medio siglo.
Eso sí, existe otra marca que está aprovechando el ‘know-how’ de Chery para fabricar nuevos modelos con su tecnología mediante ensamblaje, aunque con su propia identidad. Hablamos de la española Ebro, que retorna con sus S700 y S800 que pronto veremos en nuestras carreteras.